UN ALTO PRECIO A PAGAR POR EL SILENCIO || CRÓNICAS de la serie La Promesa

Esta tarde te traigo un vídeo que va a remover los cimientos de La Promesa para siempre

La semana que se avecina en La Promesa no será una más en la rutina de intrigas y pasiones del palacio, sino un punto de quiebre que dejará a todos los personajes marcados para siempre. Lo que parecía enterrado en las sombras de los secretos ahora saldrá a la luz, y no hablamos de pequeñas discusiones familiares ni de celos pasajeros, sino de dos crímenes ocultos durante demasiado tiempo y de una boda que, lejos de ser un festejo, podría convertirse en una máscara, un pago silencioso por atrocidades pasadas y una moneda de cambio para proteger reputaciones.

Todo comienza con un ambiente cargado de tensión, donde el chantaje y el miedo se vuelven protagonistas. Desde hace semanas, los espectadores sospechaban que Leocadia de Figueroa, conocida como la Postiza, escondía algo turbio. Ahora esas sospechas no solo se confirman, sino que se expanden como un incendio que amenaza con consumirlo todo. El capitán Lorenzo de la Mata ha descubierto el lado más oscuro del pasado de Leocadia y está dispuesto a cobrarlo con el precio más alto: la mano de su hija Ángela. No busca amor, ni futuro, ni siquiera compañía; lo que desea es control, poder y la certeza de tener a Leocadia de rodillas.

El exhaustivo análisis de una directora de revista sobre la trama de 'La  Promesa': la verdad de Enora

Este matrimonio forzado no es una unión, sino una transacción. Una boda que nace del miedo, un intercambio macabro donde la joven Ángela es utilizada como moneda. Leocadia sabe que si rechaza la propuesta, Lorenzo revelará lo que vio y lo que sabe: aquella noche fatídica en que Hann Expósito fue atacada en su dormitorio, una agresión que destrozó vidas, quebró destinos y dejó heridas imposibles de cerrar. Esa noche no solo marcó el futuro de Hann y Pía, que vivieron con el peso del miedo, sino que también dejó cicatrices en Curro, aunque él aún desconozca toda la verdad. Incluso Manuel de Luján quedó huérfano de amor tras esos sucesos. Ahora, esa velada regresa como un fantasma implacable dispuesto a perseguir a Leocadia.

Pero eso no es todo. En medio del ambiente asfixiante, otra voz aparece para echar más leña al fuego: Doña Cruz, la marquesa, quien siempre supo cómo lanzar verdades y mentiras en el momento oportuno. En una escena rescatada en la promoción del capítulo 670, Cruz insiste en que ella no fue quien ordenó la muerte de Dolores, sino que fue Leocadia quien orquestó todo. Cuando en su momento lanzó esas palabras, muchos creyeron que se trataba de un intento desesperado de limpiar su nombre y pasar la culpa a otra. Pero ahora esas acusaciones adquieren un peso distinto: podrían ser la pieza que faltaba para armar el rompecabezas.

Lo cierto es que los crímenes que marcaron el destino de Hann y de su madre Dolores están a punto de esclarecerse. Llevamos 670 episodios esperando que alguien pusiera nombre y rostro a la culpable, y por fin llegó el momento. Televisión Española confirma que este episodio no será uno más, sino el gran punto de inflexión de la serie. Y en el centro de todo no hay uno, sino tres nombres que flotan como espectros sobre la trama: Hann, Dolores y Curro. Tres víctimas, tres historias rotas y tres verdades que ya no se pueden ocultar.

El asesinato de Dolores, el ataque brutal que sufrió Hann y que acabó con la pérdida de su hijo, y el robo de un bebé –el pequeño Marcos, que en realidad era Curro entregado a Eugenia Izquierdo– son las tres bombas narrativas que van a estallar. Tres secretos que durante meses fueron solo sospechas y rumores de los espectadores, pero que ahora se convierten en certezas. Estas revelaciones no solo estremecen a los personajes, sino también a la audiencia, que durante tanto tiempo ha esperado este desenlace.

La telaraña tejida por Leocadia comienza a deshacerse. Y aunque su fachada de nobleza, sus planes enrevesados y su pose de mujer intocable le habían servido hasta ahora, nada podrá salvarla del juicio del pasado. La pregunta es si la justicia se impondrá dentro de la historia, porque como bien sabemos, en La Promesa los crímenes muchas veces quedan impunes cuando los testigos guardan silencio. Basta recordar lo que ocurrió con Doña Cruz y la muerte de Fernando de Luján: ella le negó la pastilla del corazón y lo dejó morir con una frialdad escalofriante, pero jamás pagó por ello porque nadie la descubrió. ¿Correrá Leocadia la misma suerte?

El enfrentamiento entre Cruz y Leocadia añade otra capa de tensión. Su enemistad viene de lejos, alimentada por celos, traiciones y ambiciones enfrentadas. Pero ahora la batalla trasciende lo personal, porque de confirmarse la culpabilidad de Leocadia, lo que está en juego son vidas enteras y la memoria de inocentes. Esta rivalidad podría ser el catalizador que empuje la verdad al descubierto, o bien un nuevo pretexto para manipular y destruirse mutuamente.

Y en medio de todo esto, la boda de Ángela con Lorenzo de la Mata se convierte en el símbolo de la trama: un enlace sin amor, un pacto impuesto por el chantaje y la amenaza de los secretos revelados. Lo que debería ser una celebración se transforma en una condena, un acto de humillación y control. La joven es sacrificada en el altar del silencio, mientras su madre lucha desesperadamente por mantener enterradas sus culpas.

La Promesa: ¿Qué relación tiene Leocadia con Enora?

Este capítulo 670 promete ser el más impactante de todos hasta ahora. No se trata únicamente de resolver misterios, sino de derribar la estructura misma sobre la que se había sostenido la vida en el palacio. La Promesa, esa serie que cada tarde nos atrapa con su mezcla de pasiones, engaños y secretos, alcanza un momento decisivo: un antes y un después. Nada volverá a ser como era.

Con cada minuto que pasa, la tensión crece, las piezas se mueven y el espectador se prepara para recibir revelaciones que llevaban demasiado tiempo esperando. La caída de Leocadia parece inevitable, aunque aún queda la duda de si la justicia de la ficción será tan severa como la justicia que pide el público. Y mientras tanto, Ángela se convierte en la víctima silenciosa de un juego de poder que no buscó ni mereció.

Lo cierto es que, cuando estas verdades salgan a la luz, los cimientos de La Promesa temblarán como nunca antes. Tres crímenes, una boda impuesta, una familia rota y un enemigo implacable marcarán la pauta de todo lo que vendrá después. Los espectadores deberán prepararse para episodios cargados de emociones, giros inesperados y, sobre todo, para la certeza de que la serie ha entrado en un terreno del que ya no habrá marcha atrás.