Sueños de Libertad “DIGNA ACORRALADA” Del 8 al 12 de setiembre

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El orgullo que arde en el interior de Tacio se convierte en el motor de decisiones que podrían marcar su destino para siempre. Su carácter, tan marcado por la rebeldía y la necesidad de demostrar fortaleza, lo empuja hacia un camino incierto donde cada paso parece alejarlo de la serenidad que tanto anhela. Mientras tanto, en el otro extremo de la trama, Digna sigue viviendo un auténtico tormento. Su vida, lejos de ser un refugio, se ha transformado en una pesadilla constante bajo la sombra opresiva de don Pedro, cuya obsesión por el control y la manipulación no conoce límites. La casa, que un día fue hogar, ahora se asemeja más a una cárcel, con paredes que aprisionan su libertad y un silencio que pesa como cadenas invisibles.

La jornada comienza con Digna encerrada, sin la posibilidad de ver el mundo exterior. Don Pedro se acerca con esa actitud calculada que domina tan bien: finge indiferencia, pero cada palabra suya es veneno disfrazado de amabilidad. Con voz suave, casi como si buscara una reconciliación imposible, le pregunta si sabe cuáles son las pastillas que debe tomar por la noche. La respuesta de ella es fría, cargada de ironía: “Prueba a ver”. Él, lejos de detenerse, insiste con un tono suplicante, rogándole que le diga qué debe hacer para ganarse su perdón. Su discurso suena casi teatral, reconociendo que nada volverá a ser igual pero suplicando un poco de compasión en los últimos días que, según él, le quedan de vida. Justo en ese momento, un golpe en la puerta rompe la tensión.

Sueños de libertad: Digna, acorralada: don Pedro muestra su lado más  violento - YouTube

Digna mira por la ventana y anuncia que se trata de Claudia. La reacción de Pedro es inmediata: el miedo lo invade y, con un gesto autoritario, ordena a Digna que se esconda en el dormitorio para no ser vista. Antes de retirarse, ella no puede evitar lanzar una frase cargada de verdad: esa muchacha es solo otra víctima más de su engaño. Claudia entra con la dulzura que la caracteriza, sin sospechar la realidad que se esconde tras esos muros. Llega preocupada por la salud de Pedro, creyendo en su fragilidad, cuando en realidad asiste sin saberlo a una escena donde la manipulación vuelve a ser el arma favorita de ese hombre.

En otro lugar, la historia se centra en Tacio, que conversa con Carmen. El joven siente que el peso de las expectativas lo ahoga, que la confianza depositada en él lo presiona más de lo que puede soportar. Carmen, intentando levantarle el ánimo, le recuerda que es él quien no ha dejado de luchar por sacar adelante la situación. Sin embargo, Tacio confiesa con inquietud que don Pedro le ha propuesto involucrarse en un aumento de capital de la empresa. La noticia sorprende a Carmen, que de inmediato le advierte sobre los riesgos económicos y personales que implica un paso así. Tacio explica que Pedro lo considera su colaborador más fiel y que incluso le promete darle voz y voto en la compañía, cuando él ya no esté.

Carmen, cautelosa, le aconseja que desconfíe, pero la respuesta de Tacio es dura y contundente: “Prefiero que sea él quien me apoye antes que mi propio padre”. Las palabras dejan a Carmen desarmada, pues sabe que esa decisión puede acarrear consecuencias irreversibles. Aun así, le recuerda que su padre también está dispuesto a tenderle la mano. Tacio, dividido entre tantas voces y opiniones, reconoce que no sabe qué camino tomar. En ese instante, Gaspar irrumpe con el rostro desencajado: en la radio informan que un autobús ha tenido un accidente terrible, con heridos y posibles muertos. Tacio, pálido, pregunta si el vehículo pertenece a la línea en la que viajaba su madre. Gaspar, tembloroso, confirma sus temores. Sin pensarlo, Tacio y Carmen corren hacia el hospital de Toledo, con el corazón en vilo y el miedo latiendo en cada paso.

Mientras tanto, la tensión en la casa de Pedro no se detiene. Claudia, con su bondad intacta, se sienta junto al hombre enfermo y le expresa su preocupación: ha escuchado rumores de su delicado estado de salud. Pedro, aprovechando la oportunidad, baja la mirada con aire de resignación y confiesa que está muriéndose. Con voz cargada de dramatismo, asegura que el dolor es insoportable y que solo le queda el consuelo de imaginarse reunido en el más allá con sus hijos, Mateo e Inés. Desde lo alto de las escaleras, Digna escucha cada palabra y siente hervir la rabia dentro de ella. Observa cómo Pedro vuelve a manipular, envolviendo a Claudia en un discurso lleno de falsedades y medias verdades, diseñadas para despertar compasión.

Claudia, inocente, intenta reconfortarlo asegurándole que no está solo: recuerda que tiene a Digna, a su hermana Irene, a su sobrina Cristina y también a ella. Pedro suspira con fingido dolor y aprovecha para deslizar otra de sus manipulaciones, diciendo que en realidad ella es la única que no lo odia, que merece todo lo malo que le ocurre pero que siempre intentó hacer lo mejor por las mujeres de su vida. Finalmente, deja escapar unas palabras cargadas de supuesta ternura: “Las quiero como te quiero a ti”.

Sueños de libertad' - avances del 6 al 10 de enero: Bajada a los infiernos!  - YouTube

Digna, al escuchar semejante declaración, siente que le falta el aire. Su rostro se endurece y comprende que no puede seguir tolerando ni una mentira más. Sin hacer ruido, se aleja de la escena con la rabia contenida, pero con la certeza de que Pedro sigue moviendo los hilos como si todos fueran simples piezas de su tablero personal. En ese instante, lo que duele no es solo la manipulación, sino la constatación de que la verdad se esconde tras un velo cada vez más espeso.

En medio de este panorama desolador, los personajes parecen avanzar hacia un punto sin retorno. Tacio, dividido entre su orgullo y el deseo de demostrar fortaleza, corre el riesgo de perderse en un juego mayor que él. Digna, atrapada en su infierno personal, descubre que la peor de las cadenas es aquella que se disfraza de ternura. Y Claudia, ingenua y bondadosa, podría convertirse en la próxima víctima de un hombre que nunca deja de manipular, incluso cuando finge estar muriéndose.

Este avance nos revela no solo el peso de las decisiones individuales, sino también la profundidad de un drama que sigue creciendo episodio tras episodio. La historia de Sueños de Libertad continúa explorando hasta dónde puede llegar el orgullo, el engaño y el dolor cuando se entrelazan en un mismo escenario. Lo que viene promete aún más giros inesperados, heridas abiertas y verdades dolorosas que nadie está preparado para enfrentar.