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El episodio del miércoles 24 de septiembre se presenta como uno de los más intensos, reveladores y conmovedores de toda la temporada. A lo largo de esta entrega, las emociones desbordadas, los secretos largamente guardados y las decisiones que marcarán para siempre el rumbo de los protagonistas se entrelazan en una trama cargada de dramatismo y giros inesperados.

La historia arranca con un Damián completamente sobrepasado por la revelación que Digna ha puesto sobre la mesa. El hombre, marcado por un amor prohibido y un pasado imposible de olvidar, siente la tentación de acudir a las autoridades para poner fin a la incertidumbre. Sin embargo, los recuerdos compartidos con Digna, la pasión clandestina que los unió y, sobre todo, el hecho de que ella fuera la esposa de su hermano, lo frenan. El vínculo que tuvieron lo persigue como una sombra y convierte su vida en un laberinto de contradicciones.

Mientras Damián libra esta batalla interna, Begoña no deja de sospechar que María ha recuperado la movilidad. Obsesionada con su teoría, se la confiesa tanto a Andrés como a Gabriel. Andrés, fiel a su carácter pragmático, no da importancia al asunto, mientras que Gabriel, con calma, intenta restarle dramatismo. Aun así, la duda queda sembrada y provoca una tensión silenciosa entre todos.

En la cantina, Damián busca acercarse a Tacio desde una postura más conciliadora. Le agradece que haya respetado su espacio y que le permita compartir ese momento juntos. Tacio, dolido todavía por años de distancia y rencores, agradece el gesto, sobre todo porque su padre comprendió su decisión de no asistir al funeral de su madre. Este encuentro marca un primer paso hacia la reconciliación, aunque la confianza plena todavía queda lejos.

En paralelo, en Perfumerías de la Reina se celebra el esperado lanzamiento de la fragancia Pasión Oculta, concebida como un homenaje y un intento de relanzar la marca. Sin embargo, lo que debía ser un gran acontecimiento termina siendo un fracaso. El público femenino, temeroso del nombre demasiado atrevido, se abstiene de acudir. Don Agustín, con la experiencia que lo caracteriza, advierte que el título elegido es demasiado arriesgado para un entorno conservador. El golpe es devastador para la empresa, que esperaba recuperar prestigio con este evento.

Por otra parte, Andrés informa a Gabriel de la estrategia de la junta directiva: desplazar a don Pedro del liderazgo y nombrar a Marta como la nueva directora. La votación genera incertidumbre y una inesperada sorpresa se produce cuando Andrés, en un giro desconcertante, decide apoyar a su hermana. Sin embargo, Marta, incapaz de sobrellevar la presión y abrumada por la ausencia de su gran amor, renuncia en el último momento. La decisión deja a todos desconcertados y abre un vacío difícil de llenar en la compañía.

En medio de estas tensiones empresariales, Cristina abre su corazón a Irene y le confiesa que finalmente ha conseguido perdonar a don Pedro. Sus palabras reflejan un alivio sincero que contrasta con el sufrimiento que rodea al resto de personajes.

La trama se oscurece cuando Claudia, durante un paseo en coche con Raúl, revive el trauma de un accidente pasado. La conducción temeraria de él despierta recuerdos dolorosos que la hacen derrumbarse en llanto. Este episodio la lleva a cuestionarse seriamente si su relación tiene un futuro o si está condenada a desmoronarse.

Mientras tanto, María sigue ocultando su verdadera condición física con la complicidad de Gabriel. Aunque Begoña y Luz intentan descubrir la verdad, la intervención oportuna de Gabriel sostiene la farsa. La doctora Borrel examina a María y sentencia que médicamente es imposible que vuelva a caminar, obligando a Begoña a aceptar que sus sospechas eran infundadas. María se siente segura, pero Gabriel empieza a cargar con el peso de tantas mentiras acumuladas.

En la residencia de los Carpena, Tío informa a don Pedro sobre la moción de censura en su contra. Para sorpresa de todos, don Pedro anuncia que será Tacio quien lo suceda en la dirección. El joven, abrumado, queda paralizado ante semejante responsabilidad que jamás había buscado. A partir de ese momento deberá asumir un papel que cambiará por completo su destino.

Gabriel, por su parte, experimenta tensiones crecientes. Aunque María le agradece su apoyo incondicional, la inestabilidad de la empresa lo obliga a replantearse su estrategia. Su serenidad comienza a resquebrajarse. Claudia, golpeada por la decepción con Raúl, le confiesa a su tía que ya no ve futuro en esa relación.

Mientras los Merino celebran la venta de sus tierras convencidos de que así recuperarán su capital, Gabriel observa con preocupación el declive de la tienda. Carmen lamenta el fracaso de Pasión Oculta, pero alienta a Tío a no perder la esperanza. Gaspar también se suma al apoyo, recordándole que no está solo. Damián, en un gesto de reconciliación, visita a Tacio en su despacho para felicitarlo y prometerle que lo respaldará en su nueva etapa.

Don Pedro, herido por las traiciones, se enfrenta a Digna y revive episodios de un pasado doloroso. Ella, agotada de cargar con secretos, decide confesarle toda la verdad a Damián acerca de su hijo. La revelación lo destroza y lo llena de un dolor incontenible. Abrumado, exige a Digna que abandone su casa. Damián, solo y deshecho, se derrumba incapaz de procesar lo ocurrido.

En medio de esta tormenta, Gabriel recibe una carta de Isabel anunciando su regreso a Madrid. Poco después, don Pedro lo convoca con urgencia y le muestra cartas escritas por Bernardo a Damián, con la clara intención de sembrar discordia entre la familia. Gabriel queda impactado y empieza a sospechar de todos: primero de María, luego de Manuela, hasta que finalmente descubre en la habitación de Damián pruebas que aclaran el origen de esos documentos.

Digna, mientras tanto, comparte con sus hijos que ha confesado la verdad a Damián y que, aunque teme las consecuencias, se siente liberada tras años de silencio.

Tacio asume oficialmente la dirección de Perfumerías de la Reina. Nervioso, pero decidido, se rodea del apoyo de Carmen y Gaspar. Su primer gran reto será relanzar Pasión Oculta. Marta y Carmen idean entonces una estrategia alternativa: organizar una venta privada dirigida a clientas influyentes. Si ellas aprueban la fragancia, las demás seguirán su ejemplo. El plan entusiasma a Marta, pero un nuevo desencuentro con Pelayo la arrastra otra vez al alcohol.

El desenlace del episodio llega con don Pedro, debilitado por la enfermedad y consciente de que sus días están contados, decidiendo modificar su testamento. Mientras tanto, Digna recoge sus pertenencias y abandona la casa de su cuñado, cerrando un ciclo de culpa y dolor. Don Pedro, cada vez más deteriorado, pide a Luz que lo acompañe en sus últimos días. Ella, conmovida, le recuerda que su ética profesional le impide alterar el curso natural de los hechos, pero lo asiste con ternura.

El capítulo concluye con un mar de interrogantes:

• ¿Podrá Damián perdonar a Digna o el peso del pasado seguirá arruinando su presente?
• ¿Logrará Tacio consolidarse como líder en un entorno tan hostil?
• ¿Resistirá Gabriel la carga de tantos secretos?
• ¿Qué destino le espera a don Pedro tras dejar su legado en manos de una nueva generación?

Todo esto convierte al capítulo del 24 de septiembre en una entrega vibrante, intensa y profundamente emotiva, capaz de dejar a los espectadores al borde del asiento y con el corazón encogido.