Hola, este es el adelanto extendido y seguro de los capítulos 400 de Sueños de Libertad

La trama de los próximos episodios de Sueños de Libertad arranca con una tensión que se respira en cada rincón de la casa de don Pedro. Allí, el aire está cargado de un peso invisible, un silencio que anuncia tormenta. Tacio aparece con un semblante serio, consciente de que las palabras que está a punto de pronunciar no solo marcarán un antes y un después en la fábrica, sino también en la vida de quienes lo rodean. Frente a Pedro, respira profundo y, con voz firme, revela la noticia que cambia el panorama: se ha presentado una moción de censura en contra de la gestión de Pedro como director.

El impacto es inmediato. Pedro queda paralizado, incapaz de asimilar lo que escucha. La sorpresa se mezcla con la indignación. Quiere entender cómo pudo suceder algo así y quién fue el motor detrás de esa jugada. Tacio, con calma, le confiesa que Marta fue quien obtuvo la mayoría en la votación y que él mismo votó a favor de su hermana. No lo hizo solo por lazos de sangre, aclara, sino porque realmente cree que Marta tiene la capacidad y la preparación necesarias para asumir la dirección de la empresa.

Sin embargo, el desconcierto se intensifica cuando Tacio añade que Marta, pese a haber ganado, rechazó ocupar el cargo. Explica que en ese momento no se siente con la estabilidad emocional suficiente para sostener semejante responsabilidad. Ese rechazo inesperado abre un nuevo tablero lleno de incertidumbre. Ante ello, Gabriel propone crear una comisión neutral que busque consenso y estabilidad entre todos. Damián, astuto, sugiere que sea el propio Gabriel quien lidere ese grupo. Pero Tacio, inflexible, aclara que solo estaba dispuesto a apoyar el regreso de Marta y que, al no ser posible, decide apartarse del conflicto. Pedro, que hasta entonces había permanecido en silencio, le agradece su franqueza y su lealtad.

El clima parece calmarse, pero la entrada de Damián rompe el equilibrio. Con un tono cargado de ironía, asegura haber llegado únicamente para interesarse por el estado de Pedro. Aquella frase desata la furia contenida del patriarca, que lo acusa directamente de estar detrás de la moción. Damián, sin perder la compostura, se defiende argumentando que lo hizo para evitar un conflicto mayor y que fue la obstinación de Pedro por aferrarse al poder lo que lo obligó a actuar. La conversación escala rápidamente, las voces se elevan y Tacio intenta mediar pidiendo serenidad. Al final, Damián reconoce que quizás fue un error presentarse allí, pero justo en ese instante Pedro sorprende a todos: anuncia que renuncia a la lucha por la dirección. Eso sí, advierte que le corresponde designar a su sucesor, y sin rodeos elige a Tacio.

El silencio inunda la sala. Damián queda anonadado, incapaz de procesar lo que acaba de escuchar. Pedro insiste en que con esa decisión asegura que la dirección de la empresa quede en manos de la familia de la Reina.

Mientras tanto, en otro lugar, Digna enfrenta su propio calvario. Con lágrimas en los ojos, le confiesa a Damián un secreto devastador: fue responsable de un accidente que acabó con la vida de Jesús. La revelación lo destroza por completo. El dolor lo paraliza y lo sumerge en un torbellino de recuerdos y contradicciones. Sostiene el teléfono entre sus manos, dudando entre llamar a las autoridades o rendirse a la desesperación. Recuerda amargamente el día de su boda, cuando Jesús lo obligó a cancelar todo bajo amenazas para recuperar su puesto en la empresa. En medio de esa angustia, aparece Manuela para consolarlo, pero él, quebrado, responde que todo está perdido. La tensión lo desborda, y en un arrebato derriba objetos de su escritorio antes de marcharse tambaleando, hundido en la tristeza.

Al día siguiente, Digna regresa a la casa tras haber pasado la noche fuera. Sus hijos la reciben con angustia y preocupación. Luis le pregunta qué ocurrió, y ella, con voz resignada, admite que todo ha terminado. Joaquín, confundido, insiste hasta que finalmente les revela que le confesó toda la verdad a Damián. Les explica que llevaba años cargando con ese peso, con el miedo constante y una culpa insoportable. Joaquín y Luis tiemblan ante las posibles consecuencias de la confesión. Temen que Damián reaccione con furia, pero Digna afirma que ya no le importa nada: por fin siente paz porque su conciencia está limpia. Reconoce que su mayor error fue no haber contado todo desde el inicio.

En la casa de don Pedro, el patriarca cita a Gabriel para comunicarle algo crucial. Cansado y abatido, le entrega su renuncia como director y le informa que el nuevo cargo quedará en manos de Tacio. En su reflexión, recuerda con tristeza la muerte de su hijo Mateo y el sufrimiento que supone perder a un ser querido. Luego arremete con firmeza contra Damián, acusándolo de haber desatendido a su hermano Bernardo, padre de Gabriel, cuando más lo necesitaba. Saca unas cartas en las que Bernardo pedía ayuda desesperada, cartas que Damián ignoró. La acusación deja a Gabriel desconcertado y herido.

Intrigado por esas revelaciones, Gabriel confronta a María, convencido de que ella fue quien filtró esa información. María lo niega, sorprendida, y le advierte que alguien más dentro de la casa está un paso por delante, compartiendo información peligrosa.

Paralelamente, Digna se arma de valor para enfrentar a Pedro. Sus hijos intentan detenerla, rogándole que no lo haga sola, pero ella insiste en que necesita cerrar ese ciclo. Luis le recuerda que aún tienen a Julia y que siguen siendo una familia, pero Digna, con el corazón encogido, responde que justamente eso es lo que más teme: cuando sus hijos descubran la verdad sobre su padre, sus corazones se romperán. Con paso firme, se encamina hacia lo que podría ser su último encuentro con Pedro, dispuesta a mostrarle que lo ha perdido para siempre.

En otra escena cargada de tensión emocional, María le confiesa a Gabriel que está perdiendo la fe en él. Dolido, Gabriel le recuerda todo lo que arriesgó por ella y le advierte que no lo subestime.

Mientras tanto, Joaquín recibe una noticia alentadora: ha encontrado comprador para los terrenos y la oferta es superior a lo esperado. La familia celebra, convencida de que ese dinero permitirá financiar la expansión de la empresa sin tener que ceder participación. Gabriel llega en busca de Tacio y aprovecha para agradecerle a Luis la idea de la comisión de consenso. Joaquín le muestra los documentos de la venta y le pide contactar al abogado. Gabriel sonríe, aunque por dentro siente que sus planes se derrumban poco a poco.

La celebración se interrumpe cuando Damián informa con frialdad que Pedro nombró oficialmente a Tacio como sucesor. Andrés y Joaquín quedan atónitos, incapaces de comprender los motivos de tal decisión. Damián asegura que ese movimiento solo busca dañarlo y dividir a la directiva. Aunque Joaquín insiste en buscar soluciones, Damián sentencia que no hay nada más que hacer: desde ese momento, Tacio es el nuevo director de Perfumerías de la Reina.