Sueños de Libertad Capítulo 397(María se esfuerza por caminar, pero Begoña empieza a sospechar)
Hola a todos. Hoy les comparto un extenso y detallado avance de Sueños de libertad, un capítulo cargado de secretos, tensiones y giros que dejarán a los espectadores al borde de sus asientos.
En este episodio, la calma aparente se convierte en un campo minado donde cada gesto, cada palabra y cada mirada pueden desencadenar consecuencias que nadie imaginaba. Desde los silenciosos pasillos del laboratorio hasta las elegantes estancias de la casa de los Reina, la tensión se percibe en cada rincón. Los personajes están atrapados en una red de intrigas, conspiraciones familiares y riesgos personales que los obligan a tomar decisiones precipitadas y arriesgadas, donde el menor descuido puede cambiarlo todo.
María, por su parte, sigue empeñada en demostrar su recuperación. Lo que para algunos debería ser una señal de esperanza, para ella se convierte en un arma de doble filo. Su deseo de caminar y mostrarse fuerte la empuja a desafiar sus límites, exponiéndose a peligros que podrían costarle mucho más que su bienestar físico. La osadía de María no pasa desapercibida: Begoña, cada vez más desconfiada, comienza a observarla con mayor atención, intuyendo que hay algo que la protagonista oculta. La sospecha crece, y todo indica que podría descubrir el secreto mejor guardado de María y Gabriel, un secreto que, de revelarse, no solo afectaría la relación de María con Andrés, sino que también pondría en jaque la delicada estabilidad de toda la familia.

En el laboratorio, la escena cambia con la llegada de Joaquín. El silencio del lugar contrasta con la evidente inquietud de Luis, que intenta concentrarse en su trabajo, pero su mente está atrapada en pensamientos que no puede ignorar. Joaquín, percibiendo la tensión, se acerca y con tono cercano le pregunta si tiene mucho por hacer y le propone regresar juntos a casa. Luis deja los documentos a un lado, suspira profundamente y admite que no puede continuar. Aunque el trabajo está allí, su mente está en otra parte. La presión de los secretos lo abruma y prefiere alejarse antes de perder el control.
Joaquín insiste, con mirada penetrante y preocupación evidente, intentando que Luis le cuente qué ocurre. Tras un breve silencio, Luis revela lo inesperado: Luz lo sabe todo. La manipulación de Pedro, la presión sobre su madre, e incluso los incidentes con Jesús. Gema, incapaz de soportar la carga, le ha contado todo. La revelación estremece a Joaquín, que exclama sorprendido: aquello era un secreto. Luis se apresura a defender a Gema y explica que Luz descubrió lo ocurrido entre Pedro y su madre y, sin pensarlo, acudió a la guardia civil. Fue él quien la detuvo, consciente de que una vez que Luz se fija un objetivo, nada puede detenerla.
La tensión se dispara cuando de repente la puerta del laboratorio se abre de golpe y aparece Digna. Sus ojos reflejan agotamiento, ira y un profundo dolor. Luis corre hacia ella, preocupado, y le pregunta si se encuentra bien. Digna, con voz firme y cortante, ordena que sea la última vez que alguien se enfrente a Pedro. No quiere que vuelva a la casa del hombre y se exponga a más problemas. Joaquín, desconcertado, exige explicaciones. Luis intenta justificar lo sucedido, pero Digna lo acusa de haber estado a punto de provocar que ella misma terminara ante la guardia civil.
Luis, herido, intenta defender sus acciones: solo buscaba protegerla, compartiendo su miedo por la seguridad de Luz. No desea que Pedro vuelva a hacerla sufrir. Digna, con gesto dolorido, les revela que si conocieran la magnitud de la presión que Pedro ejerce sobre ella, comprenderían que su forma de enfrentarlo es la única viable. Joaquín interviene, insistiendo en que la familia debe conocer la verdad para poder protegerla, que no puede cargar sola con este peso. Sin embargo, Digna suaviza su tono y pide confianza, asegurando que manejará la situación y que esto no durará mucho. Antes de irse, lanza un ruego: nadie debe enterarse de lo que está ocurriendo, ni siquiera Julia.
En paralelo, Joaquín comparte otra noticia importante: Damián quiere apartar a Pedro de la dirección de la fábrica y colocar a Marta en su lugar, y ha solicitado apoyo. La reacción de Digna es inmediata y contundente: recuerda que ese puesto debería ser suyo. Sin embargo, Joaquín deja claro que ahora lo prioritario es protegerla a ella. Luis coincide, advirtiendo que Pedro podría reaccionar con violencia si se entera de los planes. Digna propone esperar hasta el fallecimiento de Pedro para asegurar una sucesión pacífica, pero Joaquín explica que ya no es posible: Pedro nombró como sucesor interino a Atacio, quien actúa bajo su influencia. Por ello, Marta sería la solución temporal hasta una junta en la que Joaquín pueda recuperar lo que considera suyo. Digna, aunque con reservas, reconoce que la situación de la fábrica es crítica y pide que hagan lo que consideren mejor, siempre protegiendo el legado familiar y evitando que Pedro lo destruya.
En la casa de los Reina, la tensión se intensifica. Begoña, cada vez más desconfiada, decide vigilar a María en secreto. La encuentra en la galería, aparentemente tranquila, leyendo un libro. Desde el despacho, Gabriel observa la escena y percibe la mirada sospechosa de Begoña clavada en su hermana. Finalmente, Begoña se acerca con falsa amabilidad, pidiendo disculpas por interrumpirla, y comenta lo concentrada que la vio en la lectura. María responde con serenidad, asegurando que quiere terminar el libro antes de la cena. Begoña aprovecha para informarle sobre los ratones en la guardilla, y María, sorprendida, agradece el gesto con una sonrisa.
Cuando Begoña se retira, se cruza con Gabriel, dejando a María sola. Cerrando la puerta, le advierte seriamente que la estaba vigilando. Julia observó que volvió de rehabilitación con los zapatos manchados y no creyó su explicación. María, alarmada, admite que Julia escuchó pasos y que caminó un poco, aunque con precaución. Gabriel, preocupado, le reprocha que arriesgue tanto, porque si alguien lo descubre, todo podría derrumbarse. María se justifica: necesita mantener la ilusión de ser indispensable para Andrés, pues si conoce la verdad demasiado pronto, podría alejarse de ella. Gabriel insiste en la necesidad de prudencia.

La conversación deriva hacia los negocios. María ironiza sobre el acto del gobernador, calificándolo de espectáculo vacío, y recalca que la fábrica necesita dinero. Gabriel comenta que los Merino venderán terrenos recalificados, pero sospecha de la actitud de Pedro, que no contribuye con lo que le corresponde a los hijos de su esposa. María reflexiona con suspicacia sobre la estrategia de Damián, sugiriendo advertir a Pedro, pero Gabriel le recuerda que no conviene apostar por el caballo perdedor. María replica con ironía: Pedro sigue con vida, y deben actuar con cautela. Gabriel recalca que deben votar con los Reina, ya que Joaquín busca recuperar su puesto y los Merino no apoyarán a Damián. María desafía, señalando que en esta familia nada está garantizado. Gabriel se aleja con el rostro endurecido, preocupado por el incierto futuro.
Este capítulo de Sueños de libertad se convierte así en un torbellino de preguntas e incertidumbre. ¿Será capaz Begoña de descubrir que María ya puede caminar? ¿Logrará Gabriel proteger el plan de su hermana sin que todo se derrumbe? ¿Hasta dónde llegará Pedro para mantener su poder? ¿Podrá Damián imponer a Marta como directora, o Joaquín conseguirá recuperar lo que considera suyo por derecho? Cada decisión tomada en este episodio marcará para siempre el destino de la familia Reina, dejando claro que en Sueños de libertad, cada paso cuenta y el futuro está más en juego que nunca.