Sueños de Libertad 404 (Los sueños de Gabriel e Isabel y la nueva lucha de Irene en la fábrica)

🔮 Spoiler capítulo 404: Entre secretos, sospechas y revelaciones inesperadas en Sueños de Libertad

El esperado capítulo 404 abre con una atmósfera serena pero cargada de presagios. En una habitación de hotel, la luz de la mañana acaricia el rostro de Gabriel, que ya está listo para marcharse. Con movimientos pausados ajusta su chaqueta y prepara sus pertenencias. A su lado, Isabel comienza a despertar, todavía envuelta en la calidez de las sábanas. Al verlo tan dispuesto tan temprano, lo llama con un tono afectuoso y dulce, deseándole los buenos días. La ternura de ese instante se rompe cuando Isabel, sorprendida, descubre que Gabriel se marcha antes de lo previsto. Él le explica con serenidad que cuanto antes cumpla con sus obligaciones, más pronto podrá regresar a estar a su lado.

Ella, ilusionada, le sugiere que mienta a su jefe y alegue que su prometida ha venido desde París por pocos días, esperando así retenerlo un poco más. Pero Gabriel, resignado, le recuerda que eso no será excusa suficiente. Isabel insiste, al menos, en compartir el almuerzo. Gabriel, firme, rechaza la idea porque tiene reuniones impostergables. Cuando la joven propone verse por la tarde, él confiesa que debe viajar a Salamanca, aunque promete volver lo antes posible para invitarla a cenar en un lugar romántico. Isabel sonríe con emoción, aferrándose a esa promesa como si fuera un juramento de amor eterno. Antes de salir, Gabriel le pide que recuerde la maravillosa noche vivida juntos, pero Isabel, soñadora, prefiere pensar en el futuro compartido en París como marido y mujer.

Capitulo 404

El idilio dura poco. Cuando llega el desayuno al hotel, Isabel recibe también un periódico. Mientras lo hojea distraídamente, una noticia le roba el aliento: una fotografía de Gabriel vinculado a la fábrica Perfumerías de la Reina. Su gesto se transforma en desconcierto y preocupación. Él nunca le habló de esa empresa. La duda empieza a crecer en su corazón y la desconfianza se instala, silenciosa pero punzante.

Mientras tanto, en la casa de los Merino la tensión se palpa en el aire. Luis y Joaquín esperan nerviosos a su madre. El insomnio de ambos revela el peso de la angustia. Temen que Damián haya decidido entregarla a la guardia civil. Cuando Digna aparece con semblante agotado, sus hijos corren a preguntarle qué sucedió. Con voz débil explica que no pudo hablar la noche anterior por el impacto emocional. Luis, ansioso, le pregunta de frente si Damián la entregará. Ella responde con firmeza: no, porque no fue la responsable de la muerte de Jesús.

Con lágrimas y emoción contenida, Digna revela la verdad oculta durante años. Aquella fatídica noche, Pedro confesó a Damián que Jesús no murió al instante tras el disparo accidental. Aunque ella creyó que había fallecido, el joven aún respiraba. Fue Pedro, con crueldad, quien lo dejó desangrarse hasta morir. El impacto en Luis y Joaquín es devastador. Comprenden que Pedro manipuló todo para culpar a Digna y atarla a él bajo el peso de la culpa. Ella confirma, entre sollozos, que Pedro utilizó esa mentira para forzarla a casarse y dominarla durante años. Luis, indignado, sentencia que Pedro era un hombre corrompido por la maldad.

El relato no se detiene ahí. Luis recuerda lo que Cristina le contó: que Pedro confesó a Irene haber estado detrás de la desaparición de José. Alarmada, Digna pregunta si acaso lo habrá matado. Su hijo la tranquiliza asegurando que, según sabe, José sigue con vida, aunque nadie sabe dónde se encuentra. Joaquín añade con rabia que, al menos, Pedro ya no podrá seguir dañando a nadie.

El sonido del teléfono irrumpe de pronto. Digna contesta y al colgar informa que el notario de Pedro la ha citado esa misma tarde para la lectura del testamento. Luis sospecha con amargura que incluso muerto, Pedro haya dejado preparado algo para perjudicarla. Digna, resignada, admite que nada la sorprendería ya.

En la fábrica, otra trama se despliega. Isabel llama preguntando por un tal señor Damasco, supuestamente abogado de la empresa. Irene, desconcertada, asegura que allí nunca trabajó alguien con ese nombre. Isabel, confundida, se disculpa y corta la llamada, dejando a Irene y a Tacio intrigados. Poco después, ambos revisan el informe de ventas del nuevo perfume y descubren cifras impactantes.

La calma se quiebra con la llegada de Marta al despacho de Tacio. Él cree que trae soluciones, pero la joven anuncia con serenidad que ha decidido apartarse temporalmente de la empresa. Explica que no está en condiciones emocionales de seguir y que continuar sería un obstáculo. Tacio, conmovido, intenta retenerla, recordándole que ella y Andrés son pilares de la fábrica. Marta, firme aunque al borde del llanto, insiste en que necesita tiempo para recuperarse. Confiesa que el fracaso de la venta de Pasión Oculta fue culpa suya y que Carmen tuvo que cubrirla. Una charla con Andrés la hizo abrir los ojos.

Avance del próximo capítulo de Sueños de libertad: la vuelta de Isabel y su  misterioso amante

Aunque triste, Tacio comprende y le pregunta a quién propone como sustituta. Marta recomienda a Carmen, resaltando su energía y claridad de ideas. Tacio promete considerarlo y le asegura que su puesto estará siempre esperándola. Antes de marcharse, Marta le recuerda que puede contar con ella fuera del trabajo, dejando un rastro de ternura en medio del dolor.

En la casa de la familia de la reina, otra preocupación se enciende. Begoña entra en la cocina pálida y Manuela se alarma. La joven confiesa haber vomitado lo poco que comió en el desayuno y sentir malestar estomacal. Manuela se disculpa pensando que usó demasiado ajo en la comida, creyendo que era bueno para prevenir resfriados. Begoña asiente cansada y acepta tomar una manzanilla antes de descansar. Sin embargo, la inquietud queda sembrada: ¿se trata solo de un malestar pasajero o del inicio de algo mucho más profundo?

Así, el capítulo 404 avanza entre dudas, secretos y giros inesperados. Isabel debe decidir qué hacer con las sospechas que la atormentan al descubrir el vínculo oculto de Gabriel con la fábrica. Digna y sus hijos enfrentan la sombra de Pedro incluso después de su muerte, aguardando con temor lo que revelará el testamento. Y Begoña, con un malestar cada vez más evidente, podría estar a las puertas de un cambio decisivo en su vida.

Nada en Sueños de Libertad vuelve a ser lo mismo. Cada decisión, cada secreto descubierto, abre la puerta a nuevos dilemas que cambiarán el destino de todos los personajes.