Hola a todos, les presento el review del capítulo 397 de Sueño de Libertad

El episodio 397 de Sueño de Libertad se convierte en un verdadero mosaico de secretos, sospechas y traiciones donde la aparente calma de una velada familiar comienza a resquebrajarse de manera inquietante. La narración arranca en casa de los Reina, escenario de una cena que, a simple vista, debería simbolizar unión y triunfo tras la reciente visita del gobernador Miguel Ángel Vaca. El aire diplomático de éxito, sin embargo, no logra ocultar que bajo la superficie laten tensiones más profundas.

Begoña, agotada no solo por sus responsabilidades, percibe que algo extraño flota en el ambiente. El foco se traslada rápidamente a María, cuya estancia en una clínica de élite en Madrid parecía ser el inicio de una recuperación milagrosa. Gabriel asegura que la joven está progresando, pero ciertos detalles despiertan dudas imposibles de acallar. Los zapatos de María están cubiertos de barro, una incoherencia absoluta, pues se supone que ella no puede caminar. La explicación que ofrecen —que una enfermera la llevó al jardín tras regar— suena lógica, pero no convence. La silla de ruedas, impecable y limpia, contradice ese relato. Así, la semilla de la sospecha queda sembrada en la mente de Begoña.

Mientras tanto, Julia, con su ingenua fe en los milagros y en la misteriosa piedra de los deseos, representa la pureza infantil frente a la maraña de engaños que envuelve a los adultos. Ella reza por la curación de María con una sinceridad conmovedora, sin imaginar que a su alrededor todo se desmorona entre falsedades, manipulaciones y luchas de poder.

La trama se fragmenta para mostrar otros frentes de tensión. Claudia, por ejemplo, espera con ilusión un encuentro con Raúl, pero la pasión de él por su coche de carreras se impone sobre el amor que debería unirlos. Aunque promete compensarla, la joven percibe que algo se ha roto y que su paciencia comienza a agotarse. En paralelo, la situación entre Luis y Luz alcanza un punto crítico. Ella descubre que su esposo ocultó la oscura relación de su madre Digna con don Pedro, una verdad que para Luis representaba protección, pero que para Luz significa traición. Este desencuentro se transforma en una crisis matrimonial que revive heridas pasadas y amenaza con desgarrar lo poco que aún los une.

El negocio familiar tampoco escapa a la tormenta. El perfume que debía sostener el legado de los Merino no despega en ventas, convirtiéndose en una metáfora de los secretos que lentamente corroen a la familia. Carmen y Gema perciben la fragilidad de la empresa, mientras Tacio, desde Sonseca, lidia con problemas familiares que lo mantienen emocionalmente distante. La desconexión entre todos los miembros es cada vez más evidente.

La sospecha de Begoña se intensifica cuando, al regresar a la habitación de María, confirma lo que temía: los zapatos siguen manchados de barro, pero la silla permanece impoluta. Un ruido de pasos retumba como prueba irrefutable. Cuando cuestiona a María, esta se justifica alegando que las ratas corren por el desván. La excusa es burda. Para Begoña, ya no queda margen de duda: la mentira está instalada en el corazón de su familia.

En paralelo, Luis, desesperado por salvar a su madre, acude a la casa de don Pedro. Allí descubre que el patriarca, incluso postrado en cama, conserva un poder inmenso. Un documento firmado por Jesús lo incrimina junto a Digna y Joaquín, encadenando a la mujer a un pasado de culpa y manipulaciones que la inmovilizan. Luis se enfrenta a la cruel realidad de que la cárcel de su madre no son los barrotes, sino los recuerdos y las emociones manipuladas por Pedro.

Entre tanto dramatismo, surge un momento de respiro cuando Claudia acepta la invitación de Chema para pasear a la orilla del río. Su gesto no es solo un acto de rebeldía frente a la indiferencia de Raúl, sino un pequeño suspiro de libertad, un recordatorio de que aún puede elegir otro camino.

Por otro lado, Cristina visita a don Pedro en un encuentro cargado de tensión. Él, al borde de la muerte, busca redención y le pide perdón. Aunque ella no olvida los agravios, lo escucha con atención. Es una escena donde la sinceridad y la fragilidad del patriarca contrastan con su historia de manipulación.

La investigación de Begoña da un paso decisivo cuando llama a la clínica de Madrid. La respuesta evasiva y la negación de que María esté registrada allí derrumba definitivamente el relato oficial. La verdad queda al descubierto: todo ha sido una farsa. Y lo que sigue es devastador. María, que supuestamente estaba paralizada, camina sin dificultad por su habitación. Junto a Gabriel, su cómplice, revela que su aparente invalidez formaba parte de un elaborado plan.

No se trata de una mentira cualquiera, sino de una conspiración cuidadosamente diseñada para hundir al imperio Merino y alzarse como los salvadores únicos. Ambos confiesan que lo que buscan no es dinero ni amor, sino poder absoluto. El objetivo final es manipular el destino de la familia, sabotear negocios, arrastrarlos a la bancarrota y hacerse con el control de todo lo que los Merino han construido.

Begoña, consciente ya de la magnitud del engaño, se prepara para la confrontación definitiva. No se dejará intimidar. Está dispuesta a reunir pruebas, a desenmascarar a María y a impedir que esta manipule la votación para reemplazar a don Pedro. Marta podría alzarse como heredera, pero el viejo patriarca aún guarda cartas escondidas. Incluso Tacio, herido y vulnerable, podría ser un jugador clave en esta partida de poder.

En el terreno sentimental, Luis y Luz se enfrentan a la necesidad de una conversación sincera. Aunque el dolor es profundo, el silencio ya no es una opción. La verdad sobre Jesús y las traiciones familiares se alzan como sombras que los perseguirán sin descanso.

Mientras tanto, la estrategia de María y Gabriel avanza. Su plan amenaza con arruinar a los Merino mediante maniobras financieras y la venta calculada de tierras. Cada movimiento está pensado para debilitarlos, hasta que no quede otra salida más que rendirse. La serie deja claro que este episodio no es uno más, sino un verdadero concierto de engaños donde cada detalle importa. Desde los zapatos manchados hasta la confesión oculta, cada elemento se convierte en pieza de un rompecabezas que muestra cómo los secretos son cadenas invisibles capaces de aprisionar incluso a quienes más amamos.

La metáfora final es contundente: las prisiones más temibles no tienen barrotes, sino recuerdos, culpas y silencios. El espectador queda con preguntas abiertas: ¿podrá Begoña desenmascarar a María y detener su plan? ¿Hasta dónde llegará la caída del imperio Merino?

El capítulo 397 se despide como una sinfonía oscura de conspiraciones, donde la verdad y la mentira se enfrentan en un juego de poder del que nadie saldrá ileso. Lo que está claro es que la batalla apenas comienza, y el desenlace promete ser tan intenso como inesperado.