LA PROMESA – Lope descubre que Cristóbal le está robando sus recetas y lo desenmascara públicamente
Petra que su tiempo en La Promesa ha llegado a su fin. Este momento, cargado de emociones y silencios incómodos, deja a Cristóbal profundamente afectado, consciente de que no solo está despidiendo a una empleada, sino a alguien que formaba parte esencial del espíritu del lugar.
Petra, por su parte, enfrenta la noticia con una mezcla de desolación y aceptación. La joven siente que un capítulo muy importante de su vida se cierra y, aunque el golpe es duro, encuentra consuelo en Samuel, quien se mantiene a su lado ofreciendo apoyo incondicional. En la fragilidad de su despedida, se percibe un lazo profundo entre ambos, un vínculo que supera las palabras y que demuestra que incluso en los momentos más oscuros, el afecto sincero puede brindar un refugio. Su salida no solo marca un cambio significativo para ella, sino que también deja un vacío difícil de llenar entre quienes la apreciaban y reconocían su esfuerzo. Cada rincón del palacio parece resonar con la ausencia de Petra, y los que la rodean sienten que la dinámica habitual se ha alterado de manera irreversible.
Mientras Petra se despide, Leocadia dirige toda su atención a un asunto que parece consumirla por completo: la boda de su hija. Con una planificación meticulosa, establece la fecha para la semana siguiente y decide asignar a Jacobo tareas de gran importancia en los preparativos, confiándole responsabilidades que podrían poner a prueba su habilidad y compromiso. La boda entre Ángela y Beltrán, que parecía avanzar con tranquilidad, ahora se acelera de manera inesperada, dejando a ambos jóvenes sorprendidos por la rapidez de los acontecimientos. La sensación de que el tiempo avanza inexorablemente pesa sobre sus hombros, generando una mezcla de emoción y ansiedad, y recordándoles que el destino no espera a nadie.

En el servicio, la incertidumbre también tiene su lugar. María Fernández sigue atrapada en un torbellino de dudas que la consume silenciosamente. Samuel, siempre atento, intenta ofrecerle apoyo y comprensión, pero la situación se complica cuando Teresa, ajena a la verdad sobre el embarazo de María, malinterpreta su angustia. Cree que el conflicto de María está relacionado con viejos sentimientos hacia el sacerdote que alguna vez amó, y este malentendido amenaza con desencadenar una serie de problemas que nadie podría prever. La confusión entre lo que es real y lo que se supone que es real añade un nivel de tensión que promete mantener al espectador al borde del asiento.
En otra parte del palacio, en el hangar, la llegada de don Luis como nuevo ensamblador sorprende a Alonso, generando incertidumbre sobre cómo encajará en la dinámica existente. Manuel, por su parte, comienza a cuestionarse si la decisión de expandir las operaciones ha sido demasiado arriesgada. Sus dudas reflejan el miedo al fracaso y a la pérdida, sentimientos que comparten quienes están involucrados en grandes cambios. Sin embargo, Manuel encuentra un apoyo incondicional en Enora, cuyo respaldo firme le da fuerza para enfrentar los desafíos que se avecinan, recordándonos que en los momentos de incertidumbre, contar con aliados confiables puede marcar la diferencia entre el éxito y el desastre.
Mientras tanto, en la cocina, las cocineras no pueden ignorar el éxito de la misteriosa Madame Cocot. Intrigadas por la manera en que logra destacarse, recurren a Manuel para descubrir quién está detrás del plagio de las recetas ilustradas de Lope. Esta investigación recién comienza, pero promete destapar secretos insospechados y generar confrontaciones que nadie podría haber anticipado. La intriga, el misterio y la competencia se entrelazan, creando un escenario en el que la verdad parece siempre un paso adelante de quienes intentan descubrirla.