Catalina revela toda la verdad sobre Cruz | SPOILERS DE LA PROMESA 15-17 DE SEPTIEMBRE
🔥 Semanas de fuego en La Promesa: bodas en peligro, secretos del pasado y un pasadizo que lo cambia todo
Las próximas semanas en La Promesa estarán marcadas por un torbellino de emociones, conspiraciones y giros inesperados que mantendrán a todos los habitantes del palacio en vilo. Lo que debería ser el momento más feliz para Manuel y Jana —su esperada boda— se convierte en un campo de batalla donde las ambiciones, los secretos y los fantasmas del pasado amenazan con destruirlo todo.
Desde el inicio, la tensión se palpa en cada rincón. Cruz, incapaz de aceptar que su hijo se case con una doncella, despliega su último y más cruel intento por impedir la unión. Con la ayuda de Petra, logra encerrar al sacerdote y retrasar la ceremonia. Pero, como tantas veces antes, la fuerza del amor de Manuel y Jana rompe las trampas urdidas por la marchesa: el sacerdote consigue llegar a tiempo, y la pareja logra pronunciar su esperado “sí”. Sin embargo, el triunfo se ve ensombrecido por la fría mirada de Cruz, que, humillada en público, jura que este matrimonio no será el final de la guerra, sino el inicio de un combate aún más feroz.

En paralelo, un regreso inesperado siembra inquietud en los salones del palacio. Leocadia, antigua amiga de juventud de Cruz, vuelve a La Promesa trayendo consigo un aire venenoso. Su sola presencia reabre heridas ocultas: Romulo recuerda el encargo que en el pasado recibió de la marchesa, eliminarla para siempre. Un encargo que desobedeció porque Leocadia estaba embarazada, decisión que lo marcó para toda la vida. Ahora, con ella de nuevo en el palacio, el mayordomo vive atrapado entre la culpa y la lealtad. Mientras tanto, Cruz se siente acorralada, porque sabe que esta mujer conoce secretos de su juventud que podrían destruir su reputación para siempre.
El misterio crece cuando Vera y Teresa descubren lo que parece ser la entrada a un pasadizo oculto tras la chimenea de la habitación de Cruz. Convencidas de que tras esas paredes se esconde un secreto capaz de sacudir los cimientos de la finca, deciden investigar junto a Lope y Marcelo. Poco a poco, el grupo de “exploradores” va desentrañando un enigma que promete cambiar para siempre la historia de La Promesa.
Mientras tanto, otra verdad amenaza con romper la frágil estabilidad de la servidumbre. Ricardo, tras décadas de silencio, se ve obligado a confesar que su esposa no murió como siempre dijo, sino que los abandonó cuando Santos era apenas un niño. La carta que ella le dejó —y que él nunca se atrevió a leer— revela toda la verdad y cae como un mazazo sobre el joven. Santos, que había idealizado la memoria de su madre, se siente traicionado y herido, incapaz de perdonar la mentira de su padre. Petra aprovecha la situación para envenenar aún más su corazón, presionando a Ricardo hasta el límite y abriendo una brecha dolorosa en su familia.
En medio de todo este caos, Catalina decide marcharse a casa de su tía Clara para alejarse de las tensiones del palacio. Pero justo antes de partir, un fuerte sangrado la obliga a detenerse. El diagnóstico del médico es devastador: su salud es extremadamente frágil y un embarazo gemelar la pone en grave peligro. La noticia sacude a todos los habitantes de La Promesa, que ven con angustia cómo la joven se enfrenta a una prueba que podría costarle la vida.
Martina, por su parte, vive una huida desesperada para escapar de las amenazas de José Juan. Aunque Curro intenta comunicarse con ella y convencerla de regresar a tiempo para la boda, las malas comunicaciones y el miedo la mantienen lejos. Su ausencia en el enlace pesa como una sombra, y Curro sufre entre la impotencia y la esperanza de volver a verla pronto.
Los días siguientes están cargados de revelaciones. Petra, incapaz de frenar su veneno, decide confesarle a Santos que su madre sigue viva, destruyendo por completo el vínculo con Ricardo. Al mismo tiempo, Cruz, cada vez más inquieta por la presencia de Leocadia, comienza a sospechar que su regreso esconde una agenda oculta y que no ha vuelto por casualidad.
Mientras tanto, Vera, Teresa, Marcelo y Lope logran abrir finalmente la entrada al pasadizo secreto. Lo que descubren en su interior los deja sin aliento: vestigios de un pasado enterrado, documentos ocultos y objetos que sugieren que los Luján han guardado bajo llave secretos mucho más oscuros de lo que nadie imaginaba. Este hallazgo promete ser el detonante de nuevos conflictos que pondrán a prueba la lealtad y la valentía de todos.
Tras la boda, Manuel y Jana sueñan con disfrutar de su luna de miel, lejos de intrigas y dolores. Sin embargo, la paz les dura poco. En cuanto se marchan, una misteriosa joven llega al palacio. Nadie sabe quién es ni qué la trae a La Promesa, pero su llegada coincide con la publicación de un artículo en una revista que lanza nuevas sombras sobre el honor de los Luján. El apellido de la familia vuelve a estar en el punto de mira, justo cuando creían haber recuperado algo de tranquilidad.
En los salones del palacio, las tensiones aumentan. Alonso se distancia cada vez más de Cruz, incapaz de soportar sus intrigas y manipulaciones. Samuel regresa del hospital tras un accidente, pero sus palabras duras hieren profundamente a María Fernández, que, pese a todo, se entrega a cuidarlo con devoción. Él, sin embargo, parece esconder segundas intenciones y podría utilizar su cercanía con la doncella para sus propios fines.

La marcha de Catalina, suspendida por el embarazo y la recomendación médica, añade aún más dramatismo al ambiente. La joven, debilitada pero decidida, trata de dejar claro a su familia que no permitirá que la controlen más, aunque ahora su vida dependa de reposo absoluto. Su secreto de estar esperando gemelos no tarda en convertirse en tema de conversación y en motivo de preocupación para todos.
Por su parte, Cruz no deja de maquinar, tratando de recuperar el control perdido. Pero Leocadia, con su sonrisa envenenada y sus insinuaciones, se convierte en su peor pesadilla. Cada encuentro entre ambas mujeres es una batalla silenciosa cargada de amenazas veladas. Y mientras Cruz intenta defender su posición, Romulo se ve atrapado entre la lealtad a su señora y el recuerdo de aquella orden incumplida que hoy regresa como un fantasma.
Los próximos días en La Promesa prometen ser de auténtico vértigo. Bodas saboteadas, secretos familiares al descubierto, embarazos de alto riesgo, pasadizos misteriosos y la llegada de personajes inesperados convertirán la vida en el palacio en un verdadero campo minado. Nada ni nadie saldrá indemne de estas semanas de fuego, donde cada decisión puede cambiarlo todo y donde los cimientos de la finca volverán a temblar bajo el peso de la verdad.