LA PROMESA AVANCES – ¡BODA SUSPENDIDA! ¡La propuesta de Leocadia cambia el destino de Ángela!
La Promesa – Avance del capítulo 702: María y su secreto sacuden La Promesa
María y su secreto sacuden La Promesa
En el capítulo 702 de La Promesa, el ambiente en la finca estaba cargado de tensión y secretos que parecían a punto de estallar. María Fernández, incapaz de soportar más la presión de lo que guardaba en su interior, finalmente se abrió con Samuel, revelando un secreto que cambiará para siempre la vida en La Promesa. Mientras tanto, Adriano toma la decisión de entregar la carta de Catalina a Leocadia, sin imaginar que su contenido levantaría sospechas sobre su autenticidad y que desencadenaría una serie de eventos que pondrán a todos al límite.
El sol de la tarde bañaba los muros de la finca con una luz cálida, casi melancólica, pero ni los rayos dorados podían calentar la frialdad que había instalado en los corazones de los habitantes. Cada pasillo parecía resonar con palabras a medias, mentiras y verdades ocultas que crecían como enredaderas, amenazando con asfixiar cualquier atisbo de paz. La tensión se percibía en el aire, un preludio de tormentas emocionales que estaban a punto de desatarse.
La Carta de la Discordia: Dudas y Conspiraciones
Adriano sostenía la carta de Catalina con un cuidado reverencial. Cada pliegue, cada trazo, le recordaba la ausencia de su hija y el vacío que dejaba en su vida. Aquella misiva era un muro entre él y la verdad; la había leído tantas veces que las palabras parecían bailar frente a sus ojos, buscando un mensaje oculto que nunca llegaba. Entregarla a Leocadia significaba enfrentar nuevamente la angustia, hurgar en los recuerdos de discusiones y tensiones previas, y revivir la impotencia que lo había consumido desde la partida de Catalina.
Cuando Adriano se presentó ante Leocadia, ella lo esperaba con la calma de quien controla cada situación. Sin sorpresa ni emoción, recibió la carta con dedos fríos y finos que apenas rozaron los de él, pero suficientes para enviar un escalofrío por su espalda. La conversación fue breve, pero cargada de intensidad: Adriano le pidió que entregara la carta al detective y asegurara una investigación exhaustiva. Leocadia aceptó, pero en su mirada había un brillo de triunfo contenido; sabía que la carta era la pieza clave de su juego, un arma que podría moldear el futuro de todos a su antojo.
Más tarde, Cristóbal y Leocadia analizaron la misiva con meticulosidad. La caligrafía parecía ser de Catalina, pero algo no encajaba: la presión de los trazos variaba, como si alguien hubiera dictado o alterado partes del texto. La duda se instaló en sus mentes: aquella carta podía ser un fraude sutil, una manipulación diseñada para justificar la desaparición de Catalina. Ya no era solo una despedida; era un juego de engaños y poder, y Leocadia estaba de
cidida a mantener el control sobre la narrativa.
El Dolor de un Padre: Alonso y los Recuerdos que Aplastan
Mientras tanto, Alonso caminaba por los pasillos de La Promesa como un espíritu atormentado. El título de Marqués pesaba sobre sus hombros, y la ausencia de Catalina lo sumía en un dolor insoportable. Su corazón se detuvo al encontrar a Martina cuidando de los hijos de su hija. La escena, llena de ternura y vida, lo enfrentó a recuerdos de la infancia de Catalina y lo recordó todo lo que había perdido. Cada risa infantil, cada gesto de Martina, era un eco de lo que había sido y ya no volvería a ser. La nostalgia y la culpa lo devoraban; sentía que había fallado como padre y abuelo.
Martina intentó consolarlo, recordándole que, a pesar de la ausencia de Catalina, los niños eran un reflejo de su madre y necesitaban de su fortaleza. Alonso asintió, pero en su interior, la desolación persistía. Las palabras de consuelo no podían llenar el vacío de quien ha perdido a su hija y teme nunca volver a verla.
La Propuesta Estratégica: Leocadia y el Matrimonio de Ángela
En paralelo, Leocadia seguía moviendo sus