¿QUE ESCONDE BELTRÁN? LLEGA A LA PROMESA PARA CAMBIARLO TODO || CRÓNICAS de #LaPromesa #series

María confiesa un secreto que lo cambia todo – Capítulo 698 de La Promesa (jueves 16 de octubre)

El jueves 16 de octubre amaneció en La Promesa con un aire cargado de presagios y emociones contenidas. Mientras los primeros rayos del sol acariciaban los campos andaluces, los pasillos del palacio vibraban con la tensión de secretos que amenazaban con salir a la luz. Petra, después de una lucha despiadada contra la enfermedad, mostraba signos alentadores de recuperación, y la carta de Catalina seguía resonando en cada rincón, dividiendo opiniones y generando más incertidumbre que consuelo. Sin embargo, un nuevo motivo de preocupación comenzaba a rondar los pensamientos de la servidumbre: María Fernández empezaba a notar cambios extraños en su cuerpo, sensaciones que no podía ignorar.

Cansancio extremo, mareos repentinos y una intuición que se negaba a callar llevaron a María a confiar en Teresa, su amiga más cercana. Sus palabras, entrecortadas y cargadas de miedo, contenían una sospecha que podía alterar el equilibrio del palacio y los corazones de quienes lo habitaban. —Teresa… creo que… podría estar embarazada —susurró, y un silencio pesado se instaló entre ellas, como si el aire mismo contuviera la respiración del destino. La noticia, todavía sin confirmarse, prometía desencadenar una tormenta que marcaría un antes y un después en La Promesa.

Mientras tanto, Adriano seguía lidiando con su propio dolor. La carta de Catalina, depositada sobre la mesa de caoba de su despacho, se había convertido en un recordatorio constante de la ausencia de la joven. Cada palabra le golpeaba con una mezcla de amor perdido y esperanza ambigua. “Marcharse… centrarse en su recuperación…” resonaba en su mente como un eco cruel que le recordaba que Catalina se había ido, dejando un vacío imposible de llenar. Ni un adiós definitivo, ni un “no te amo”: solo ambigüedad y una sensación de limbo emocional. María, intentando insuflarle ánimo, intentaba convencerlo de que Catalina necesitaba tiempo y espacio para sanar. Pero Adriano, con los ojos apagados y la mirada perdida, no podía dejar de temer que ese tiempo significara perderla para siempre.

Avance del capítulo 698 de La Promesa (jueves, 16 de octubre): la carta de  Catalina sacude al palacio

No solo Adriano sufría. Leocadia, desde su posición calculadora y fría, observaba los acontecimientos con una serenidad inquietante. Su reacción ante la carta de Catalina, aparentemente empática, escondía dagas que podían manipular el dolor de Adriano a su favor. Martina, consciente de las intenciones de Leocadia, comenzó a sospechar que había algo más detrás de su aparente comprensión, hasta descubrir, casi por accidente, que la mujer había contratado a un detective para seguir los pasos de Adriano y controlar la información a su antojo. Leocadia no solo defendía la marcha de Catalina; la utilizaba como pieza de su propio juego, asegurándose de tener siempre ventaja en el tablero de La Promesa.

Curro, por su parte, se encontraba atrapado en un dilema insoportable. Obligado por Leocadia a colaborar en un plan que comprometía a Ángela, su gran amor, se vio forzado a actuar contra sus sentimientos. Su corazón estaba desgarrado; debía traicionar a quien más amaba para evitar que Lorenzo, un hombre detestable, se casara con ella. La sola idea le provocaba un dolor físico, y en la soledad de su cuarto, las lágrimas brotaban sin control. La exigencia de Leocadia, sin embargo, iba más allá: no solo debía apoyar la presencia de Beltrán ante Ángela, sino que tendría que herirla, hacerle creer que nunca la había amado, destruir la confianza de su corazón para salvarla de un destino peor. La cruel ironía del destino le arrebataba su libertad emocional, obligándolo a convertirse en villano de su propia historia.

Ángela, mientras tanto, libraba su propia batalla contra Lorenzo, un hombre arrogante que quería exhibirla como su trofeo. Cada palabra intercambiada era un choque de voluntades; ella se resistía con la fuerza de una leona, pero sabía que su aislamiento aumentaba mientras Curro estaba atrapado en el bando enemigo. La tensión era insoportable, y el riesgo de una tragedia romántica inminente crecía con cada minuto.

En otro rincón de La Promesa, la alegría surgía de manera efímera. Manuel, Toño y Enora lograban completar el diseño del motor que habían estado perfeccionando durante semanas. La emoción era contagiosa; la euforia, intensa. Sin embargo, la felicidad duró poco: un accidente inesperado lesionó la mano de Enora, y su repentina ausencia provocó una creciente preocupación. Nadie parecía comprender cómo una mujer tan fuerte podría desaparecer sin aviso. La incertidumbre y la intriga comenzaban a tejer su red, añadiendo más tensión a un palacio ya cargado de emociones.

Mientras las tormentas se multiplicaban, la confrontación entre Teresa y Vera reveló secretos que cambiaron el rumbo de las relaciones. Teresa descubrió que Vera había mentido sobre su familia y su identidad, y Lope, que empezaba a sentir algo profundo por ella, se sintió traicionado. La Vera dulce y tímida había desaparecido, reemplazada por una mujer con un pasado oscuro y un futuro incierto, decidida a alejarse de La Promesa para siempre. La traición de Vera añadió otro hilo de tensión al ya complejo entramado del palacio, dejando a sus amigos en shock y con sentimientos heridos.

Avance de 'La Promesa' de hoy, jueves 16 de octubre, capítulo 698: la  desaparición de Enora y la angustia de Curro