Sueños de Libertad Capítulo 402 (Gabriel observa a Marta con sospecha¿la manipulará contra Pelayo?)

Hola amigos, bienvenidos a un avance muy especial y detallado de Sueños de Libertad

En este nuevo adelanto nos adentramos en un capítulo cargado de emociones, secretos y tensiones que ponen a Marta en el centro de todas las miradas. La joven, marcada por la desaparición de Fina y consumida por un dolor que no logra superar, se convierte en el eje alrededor del cual giran las preocupaciones de sus seres queridos, las sospechas de Gabriel y la incertidumbre de Pelayo. La historia, como siempre, comienza en un escenario clave: la fábrica, lugar donde se toman las decisiones más trascendentes y donde cada conversación parece tener un peso definitivo.

Desde los primeros minutos se percibe un aire de intriga. Carmen, inquieta por la fragilidad emocional de Marta, decide hablar con Andrés para compartirle lo que ha observado en los últimos días. Ambos, con la sinceridad y la preocupación a flor de piel, coinciden en que el estado de Marta es alarmante y que no pueden seguir ignorando sus actitudes. Carmen recuerda con detalle lo ocurrido en la tienda durante el relanzamiento de Pasión Oculta, un producto que no logra despegar en ventas. Mientras muchas clientas pedían ser atendidas por Marta, ella se encontraba en un estado inapropiado tras haber bebido más de la cuenta. Fue necesario apartarla y justificar su ausencia con la excusa de un dolor de cabeza. Andrés escucha con asombro y preocupación, consciente de que el problema empieza a superar los límites.

Avance del próximo capítulo de Sueños de libertad: Pelayo le desvela su  gran secreto a Marta

La conversación deja entrever la carga emocional que pesa sobre Marta desde la desaparición de Fina. Carmen insiste en que la joven necesita ayuda antes de que el dolor la consuma por completo, mientras que Andrés duda sobre la mejor manera de apoyarla: darle unos días de descanso o mantenerla ocupada en el trabajo. Finalmente, con la determinación que lo caracteriza, promete hacer todo lo posible para que Marta encuentre un poco de calma.

Horas más tarde, Andrés visita a su hermana en su habitación. Marta, sumida en la tristeza, le confiesa que prefiere estar sola, pues es la única forma de ordenar sus emociones. Sin embargo, Andrés no se rinde. Con ternura recuerda anécdotas de la infancia, como aquellas veces en que Marta se escondía bajo una manta para evitar tomar un jarabe desagradable. Busca así recordarle que siempre ha tenido recursos para protegerse del dolor y que ahora no debería dejarse vencer por la desesperanza.

El diálogo entre ambos se torna intenso. Marta defiende su derecho a vivir el duelo a su manera, convencida de que ningún especialista ni terapia podrá curar la herida que lleva en el alma. Andrés, con empatía, insiste en que lo difícil no es rendirse, sino mantener viva la esperanza de que un día la verdad salga a la luz. Sin embargo, la conversación se rompe cuando Marta, alterada, le exige que no vuelvan a hablar de ella a sus espaldas. La tensión se eleva aún más cuando Pelayo aparece en la habitación y Marta, entre gritos, reclama que la dejen en paz.

La escena se traslada al salón, donde Marta, buscando un escape momentáneo, se sirve una copa de licor. Es entonces cuando entra Gabriel, con su habitual tono calculador, ofreciéndole un aperitivo. Lo que podría parecer un gesto amable pronto se convierte en un juego peligroso de preguntas y provocaciones. Gabriel indaga sobre la situación en la fábrica tras la desaparición de don Pedro, sobre el funeral y sobre cómo ha reaccionado la familia. Marta, con una mezcla de ironía y frialdad, le responde que se seguirá trabajando normalmente, minimizando la importancia del evento.

Las palabras de Gabriel, cada vez más incisivas, buscan medir las emociones de Marta. Comenta que todo sería distinto si hubiera muerto alguien de la familia, lo que provoca una respuesta firme y casi desafiante de la joven: don Pedro no era querido realmente, solo respetado por su autoridad. Gabriel intenta defender la astucia e inteligencia del difunto, pero Marta lo corrige con dureza, asegurando que también fue un hombre sin alma, a quien no echará de menos.

Pelayo, al ver la tensión creciente, intenta suavizar la situación proponiendo un paseo por la Alameda. Marta, sin embargo, lo rechaza con frialdad, dejando claro que prefiere seguir compartiendo el aperitivo con Gabriel. La conversación da un giro aún más delicado cuando Pelayo menciona que encargó una corona de flores para don Pedro, gesto que Marta desestima como innecesario y puramente simbólico. Este comentario despierta en Gabriel una sospecha inesperada: comienza a atar cabos y se da cuenta de que Pelayo pudo haber traicionado su confianza al revelar la verdad sobre su padre a don Pedro.

Aunque Gabriel mantiene una fachada tranquila, en su interior empieza a gestarse un resentimiento profundo. La idea de una traición lo consume lentamente, y en su mente ya se dibujan planes oscuros. Lo que Marta no percibe en ese momento es que su vulnerabilidad podría convertirse en el arma perfecta para que Gabriel manipule la situación a su favor.

El capítulo deja planteadas preguntas inquietantes:

  • ¿Logrará Marta superar el duelo y abandonar el refugio del alcohol antes de hundirse por completo?
  • ¿Será capaz Andrés de convencerla para aceptar ayuda, aunque ella insista en vivir el dolor sola?
  • ¿Aprovechará Gabriel la fragilidad de Marta para enfrentarla contra Pelayo y ejecutar sus propios planes de venganza?
  • ¿Qué consecuencias tendrá la frialdad con la que Marta habla de don Pedro y la ausencia aún sin resolver de Fina?
  • Avance del próximo capítulo de Sueños de libertad: Santiago se vengará de  Marta desvelando su secreto a Pelayo

Cada escena refuerza la sensación de que la calma es solo aparente y que los verdaderos conflictos apenas empiezan a revelarse. Marta, atrapada entre la tristeza, el rencor y la presión de quienes la rodean, se convierte en una pieza clave en un tablero donde Gabriel mueve sus fichas con astucia y Pelayo trata de mantener el equilibrio.

El avance concluye con la certeza de que nada volverá a ser igual. El dolor de Marta, la obsesión de Gabriel y la lealtad cuestionada de Pelayo prometen desencadenar giros sorprendentes que sacudirán la historia. La gran incógnita que queda en el aire es si Marta podrá recuperar la fortaleza antes de que otros decidan su destino en su lugar.

Gracias por acompañarnos en este análisis exclusivo de Sueños de Libertad. No olvides dejar tu opinión: ¿crees que Marta logrará salir adelante o caerá más hondo en el abismo? ¿Será Gabriel un apoyo sincero o un manipulador disfrazado de aliado? Las respuestas llegarán en los próximos capítulos, cargados de nuevas emociones, secretos y revelaciones que mantendrán a todos al borde del asiento.