THE PROMISE Preview Chapter 669 Thursday September 4th LORENZO wants to marry ÁNGELA
Cristóbal enfrenta a Leocadia: la verdad sobre Ángela y el futuro de La Promesa
La tensión en La Promesa alcanza un nuevo clímax cuando Cristóbal, sin rodeos y con la determinación que lo caracteriza, se atreve a preguntar a Leocadia lo que muchos sospechaban: si él es en realidad el padre de Ángela. Una interrogante que pone en jaque a la mujer y que abre la puerta a una revelación que podría cambiar para siempre la vida de la joven desaparecida. La respuesta de Leocadia no se hará esperar, y aunque sus palabras sean contundentes, no será la única sacudida emocional que marcará el día.
Al mismo tiempo, la trama da un giro inesperado con el regreso de Federico a La Promesa. Su vuelta no es tranquila ni silenciosa, pues pronto se enfrenta a una conversación con Vera, quien llevaba tiempo acumulando dudas y sospechas sobre su familia. Lo que escucha de boca de su hermano la desarma por completo: él asegura que su padre actuó siempre con el objetivo de protegerla, y que ella ha interpretado mal todos sus gestos, confundiendo un amor protector con un control excesivo. Estas palabras no solo hieren la seguridad de Vera, sino que tambalean todas las certezas con las que había vivido hasta ahora. Su visión del pasado se resquebraja y la obliga a reconsiderar cada recuerdo, cada gesto y cada decisión que creyó injusta.

En paralelo, Catalina atraviesa un momento complicado. La joven, preocupada por lo que escuchó en una conversación entre Martín y Jacobo, se decide a compartirlo con Adriano, buscando su apoyo y quizá también consuelo. Sin embargo, la reacción de su marido no es la esperada. Adriano minimiza lo sucedido, resta importancia a las palabras de los hombres y evita posicionarse a favor de su esposa. Este gesto de indiferencia la desconcierta aún más, dejándola sin la red emocional que esperaba encontrar en él. La falta de complicidad hiere profundamente a Catalina, que se siente aislada en una lucha en la que confiaba no estar sola.
El aparente pacto de paz entre las primas, Catalina y Jimena, también llega a su fin. Lo que parecía una tregua empieza a resquebrajarse cuando resurgen sus diferencias respecto a los trabajadores. Sus posturas, totalmente opuestas, sacan a relucir las viejas tensiones y provocan un nuevo enfrentamiento cargado de reproches. La batalla entre ambas no solo revive, sino que lo hace con más fuerza que nunca, dejando en claro que su relación sigue marcada por heridas que no sanan y que el conflicto entre ellas está lejos de resolverse.
Mientras tanto, un hallazgo cambia por completo el rumbo de las investigaciones sobre Ángela. Los buscadores encuentran una prenda de la joven, una pista que podría convertirse en la primera prueba tangible de que ella sigue con vida. La noticia enciende la esperanza en todos, pero también despierta nuevas dudas. Curro, siempre intuitivo, sospecha que la prenda no fue olvidada al azar, sino colocada intencionadamente para ser descubierta. Según él, el autor de esta maniobra no es otro que Lorenzo, lo que añade una capa de misterio y peligro a la situación. Curro comparte su hipótesis con López y Pía, quienes analizan junto a él el inquietante escenario.
Por otro lado, la vida de Manuel también da un giro trascendental. Tras la venta de su parte de la empresa, el joven heredero siente que ha tomado la decisión correcta, convencido de que ese paso es necesario para su futuro. Sin embargo, no todos comparten su visión. Toño, desconcertado, no logra entender los motivos detrás de tal movimiento ni el propósito que Manuel persigue. La incomprensión entre ellos marca una distancia en su relación. A pesar de ello, Manuel se aferra a la esperanza de que ha actuado con firmeza y coherencia, y que el tiempo le dará la razón.
La negociación con Leocadia trae consigo una condición inesperada: una cláusula que obliga a que Manuel y su equipo permanezcan en la empresa durante al menos cinco años. Lejos de considerarlo un obstáculo, Manuel acepta la condición con determinación, demostrando su compromiso pese a la ruptura con el pasado.
En el terreno sentimental, Toño también lidia con complicaciones. Su relación con Enora atraviesa un momento crítico, con distancias emocionales que se ensanchan día tras día. Los malentendidos, las tensiones no resueltas y las diferencias de carácter parecen corroer un vínculo que antes lucía más sólido.

La tensión alcanza también a Pía y Ricardo, quienes se encuentran bajo la amenaza de un ultimátum impuesto por Cristóbal. Sin embargo, Manuel decide interceder en favor de ambos, mostrándose como un mediador justo y empático. Gracias a su intervención, el mayordomo comprende que despedirlos no es la solución y da un paso atrás en su decisión inicial. Aun así, Cristóbal no se da por vencido y, aunque opta por no expulsarlos, toma otra medida distinta, igualmente severa y cargada de consecuencias negativas para ellos.
De este modo, la jornada en La Promesa se convierte en un hervidero de emociones, intrigas y revelaciones. Cada personaje enfrenta un dilema crucial: Cristóbal busca la verdad sobre la paternidad de Ángela, Leocadia debe decidir si revelar secretos enterrados, Vera tambalea entre la visión de un padre protector o controlador, Catalina se siente abandonada por la indiferencia de Adriano, y Manuel apuesta por un futuro incierto pero lleno de determinación. Entre tanto, la sombra de Lorenzo planea sobre todos, con la sospecha de que juega un papel más oscuro y peligroso de lo que nadie imagina.
Las piezas del tablero cambian de lugar constantemente, y la tensión entre los protagonistas no hace más que crecer. Lo que se avecina promete más secretos desvelados, más enfrentamientos familiares y, sobre todo, un misterio cada vez más profundo en torno al destino de Ángela.