AVANCE DE SUEÑOS DE LIBERTAD, MARTES 23 DE SEPTIEMBRE, ANTENA 3, CAPÍTULO 402, ¿REGRESO REAL?

Hola amigos, hoy les traigo el avance del capítulo 402 de Sueños de Libertad

El episodio arranca con una atmósfera cargada de tensión. En la habitación de don Pedro, Damián permanece inmóvil tras la impactante confesión que el anciano le había hecho. Con el corazón acelerado y los pensamientos desbordados, decide poner un abrupto final a la situación: retira la almohada que cubría el rostro de Pedro, dejándolo sin vida. El peso de lo ocurrido lo deja paralizado, hasta que un golpe en la puerta lo devuelve a la realidad. Es Irene, que entra con calma y le dice que Pedro necesita descansar. Nervioso y en estado de shock, Damián responde entrecortado: “Acaba de morir, acaba de morir”. Irene, serena, le pregunta cómo sucedió. Él improvisa una explicación: estaban discutiendo de negocios, lo alteró demasiado y se sintió culpable. Irene, intentando tranquilizarlo, afirma que la vida de su hermano estaba en sus últimos momentos y que su partida podría haber ocurrido en cualquier instante. Le pide quedarse a solas con el difunto. Aunque Damián insiste, Irene lo convence y él abandona la habitación con el alma atormentada, recordando las palabras de Digna sobre aquel trágico accidente con su hijo.

Mientras tanto, en casa de los Merino, Digna recibe a Luz, sorprendida de verla a esas horas. La joven le explica que estuvo cerrando el dispensario y que recibió la noticia de la muerte de don Pedro. Digna, sobresaltada, exclama con un “¡Santo Dios!”, y Luz, con tono compasivo, le recuerda que es natural sentirse afectada, pues alguna vez estuvo enamorada de él. Digna asiente, pero con amargura: aquel amor se transformó en odio cuando Pedro destruyó lo que más quería en la vida. Asegura que, aunque duele, siente un extraño alivio porque la pesadilla terminó. Justo en ese momento aparece Gema, alarmada por el movimiento en la casa. Al escuchar la noticia de la muerte de Pedro, reacciona con frialdad, llamándolo “malnacido” y restándole importancia. Sin embargo, Digna insiste en que aún queda por hacer: hay que enterrarlo. Luz agrega que Irene se ocupará de todo, pues estuvo presente en sus últimos momentos. Aquella revelación altera aún más a Digna, quien sostiene con rabia que Pedro no merecía un final en paz ni un entierro digno. Lo único que le obsesiona es verlo pagar por la muerte de su sobrino, convencida de que tarde o temprano Damián la delatará. Luz la desconcierta al confesar que Damián también estuvo con Pedro cuando falleció. Eso inquieta profundamente a Digna, quien teme que, incluso muerto, Pedro la persiga, pues el día anterior recibió la visita de su notario para modificar el testamento.

Sueños de libertad - Temporada 2 - Capítulo 402 (26-09-25)

La posibilidad de haber sido desheredada no la preocupa tanto como la sospecha de que Pedro haya dejado por escrito su versión de la tragedia de Jesús. Para ella, Pedro siempre fue vengativo y podía haberse asegurado de culparla más allá de la tumba. Gema intenta tranquilizarla recordándole que nadie puede probar que la muerte de Jesús no fue un accidente. Aun así, Digna rompe en lágrimas y confiesa que, al menos, se siente acompañada por sus hijos en medio de lo peor.

En otra escena, Irene visita a Cristina para darle la noticia en persona. Con el rostro cansado, Irene admite estar sobrepasada entre los trámites y la organización del sepelio. Cristina, conmovida, se ofrece a pedir un permiso para acompañarla, pero Irene lo rechaza, aunque agradece su apoyo. Le asegura que don Agustín dará un responso en la casa antes del entierro y que la avisará para que pueda despedirse. Cristina insiste en que lo importante es que no se sienta sola en este momento tan duro. Irene, conmovida, reconoce que Pedro había sido durante mucho tiempo su única familia, y que siempre temió quedarse completamente sola tras su partida. Sin embargo, sonríe con gratitud al reconocer que ahora tiene a Cristina a su lado, lo mejor que le ha ocurrido en la vida.

Por otro lado, Damián, en su despacho, está devastado. Los recuerdos de la confesión de Pedro y sus crueles palabras lo atormentan. Rememora el relato del anciano sobre aquella noche fatídica en la que Jesús perdió la vida: Pedro confesó haberlo dejado morir desangrado, describiéndolo como un castigo por haber tenido un hijo “ángel” y otro “demonio”. Damián tiembla de rabia y dolor al evocar esas palabras. En ese estado lo sorprende Andrés, quien entra para disculparse por su reacción anterior y le ofrece su apoyo incondicional. Damián, intentando recomponerse, agradece su gesto y le confiesa que, aunque alguna vez fue su amigo, Pedro terminó consumido por el odio y la ambición. Andrés, comprensivo, asegura que, pese a todo, Pedro sufrió más que nadie y que al menos ahora descansa. Damián, sin embargo, no puede olvidar el daño causado. Con rabia, repite que Pedro fue una mala persona, capaz de las peores bajezas. Andrés, intrigado, le pregunta a qué se refiere, y Damián estalla recordando cómo utilizó a sus parientes para apoderarse de la fábrica. Andrés intenta poner fin a la conversación, recordándole que Pedro ya no volverá a dañarlos, y le muestra una noticia alentadora sobre la empresa, la primera en mucho tiempo.

Mientras tanto, en la galería, Gabriel conversa con María. Ella le pregunta si sabía que su tío estuvo con Pedro en sus últimos momentos. Gabriel, sorprendido, lo niega y María ironiza sobre la excusa de “caridad cristiana”. Entonces Gabriel confiesa que también estuvo con Pedro el día anterior para reafirmar su lealtad a Damián y tratar de averiguar quién le entregaba cartas comprometedoras. Aunque no obtuvo respuestas, concluye que hay alguien en la casa que favorece a Pedro en contra de Damián. Juntos repasan a los posibles sospechosos: descartan a Digna, Manuela, Tere y Andrés, y reducen la lista a Marta y Pelayo. Sospechan que Pedro podría haberlos estado chantajeando con secretos turbios. María recuerda que él la chantajeó hasta el final, y Gabriel trae a colación una conversación pasada donde se insinuaba que Marta había tenido un romance prohibido y que su boda con Pelayo no fue más que una fachada para acallar rumores.

Avance semanal 'Sueños de libertad' del 23 al 27 de septiembre: un intento de suicidio y Damián, desenmascarado

Ambos coinciden en que tarde o temprano descubrirán la verdad, aunque ahora prefieren centrarse en los asuntos económicos. Sin embargo, las sospechas quedan flotando, y Gabriel se muestra cada vez más convencido de que Marta y Pelayo esconden un secreto que Pedro conocía y que podría cambiarlo todo.

El capítulo concluye con cada personaje atrapado en su propio dilema: Irene intentando ser fuerte mientras organiza el entierro de su hermano, Digna devorada por el miedo de ser descubierta, Damián hundido en la culpa de lo que ha hecho, y Gabriel y María tejiendo conjeturas sobre los secretos ocultos en la casa. La muerte de Pedro, lejos de cerrar un ciclo, abre un abanico de tensiones que amenaza con desatar una tormenta aún mayor.