🔪 El asesinato de Pedro y el pasado de Gabriel, avance semanal del 22 al 26 de septiembre en Sueños de libertad

La semana que arranca el 22 de septiembre en Sueños de libertad viene cargada de tensión y giros inesperados que pondrán a los De la Reina al borde del colapso. La aparente calma de Toledo se convertirá en un escenario de tormentas familiares, secretos revelados y venganzas que empiezan a cobrar forma. La sombra de la muerte se cierne sobre todos, y lo que parecía un simple conflicto interno pronto se transformará en un auténtico cataclismo.

Desde el lunes, el clima en la mansión se enrarece: Begoña no puede quitarse de la cabeza la sospecha de que María finge su parálisis. Su intuición la empuja a vigilar cada uno de sus movimientos y a pedir ayuda a Luz, convencida de que algo no cuadra. Incluso recurre a Manuela, quien confirma haber visto gestos extraños en María. Sin embargo, cuando Begoña intenta compartir sus dudas con Andrés, este la acusa de celos y de querer destruir a su esposa, cerrando de golpe la puerta a cualquier confianza. Herida y frustrada, Begoña busca apoyo en Gabriel, pero él tampoco la respalda: la acusa de dejarse llevar por sentimientos ocultos hacia Andrés. La decepción hiere aún más a Begoña, que empieza a sentirse completamente sola.

Mientras tanto, en la perfumería, los conflictos se multiplican. Damián intenta acercarse a Tasio tras años de tensiones, reconociendo sus errores y pidiendo una oportunidad para recomponer su relación. La reconciliación parece posible, aunque la sombra de don Pedro sigue planeando. El patriarca, cada vez más aislado, empieza a perder apoyos dentro de la empresa. El fracaso estrepitoso del perfume Pasión Oculta, boicoteado incluso desde el púlpito por don Agustín, da la excusa perfecta para que se geste una moción de censura en su contra. Andrés y Damián lideran el movimiento con un objetivo claro: apartar a Pedro y colocar a Marta al frente de la compañía.

La reunión de la junta se convierte en un terremoto. Por unanimidad, Pedro queda destituido. Sin embargo, el plan se tuerce cuando Marta, incapaz de soportar el peso de la responsabilidad, renuncia entre lágrimas. Es entonces cuando Gabriel ve su oportunidad y se postula como nuevo director con un discurso brillante que seduce a la mayoría de los presentes. Solo Tasio se muestra reticente, percibiendo en él más ambición que lealtad.

Pero las sorpresas no terminan ahí: en un giro inesperado, don Pedro decide que su sucesor no será Gabriel, sino el propio Tasio, premiando su lealtad y castigando a Damián con una humillación envenenada. El joven queda atrapado en un cargo que no sabe si es un regalo o una condena, mientras Gabriel estalla de rabia al ver cómo su ascenso se desvanece.

Paralelamente, Begoña insiste en desenmascarar a María. Finalmente convence a Luz para que le realice un examen exhaustivo, pero Gabriel, siempre un paso por delante, ha inyectado un anestésico a María para simular una parálisis total. El resultado humilla públicamente a Begoña, que queda como una paranoica ante los ojos de Andrés. La joven se hunde en la desesperación, convencida de que todos la han abandonado.

En otro frente, Claudia revive el trauma de la muerte de Mateo tras un paseo con Raúl, un recuerdo que amenaza con enturbiar su presente. Cristina intenta acercarse a su tía Irene, pero el rencor heredado de su padre lo impide. Y en el hogar de los De la Reina, los lazos se tensan hasta lo insoportable.

La tensión alcanza su punto más alto con la confesión de Digna: incapaz de soportar más el chantaje de Pedro, se presenta ante Damián y le revela que, aquella fatídica noche, fue cómplice pasiva de la muerte de Jesús, su propio hijo. Su silencio y su mano en la puerta sellaron el destino de aquel crimen. Damián, devastado, la expulsa de su vida con una frialdad brutal.

Por su parte, Gabriel descubre un secreto que lo marca para siempre: las cartas de su padre, suplicando ayuda a Damián, que fueron ignoradas cruelmente. Esa revelación despierta en él un deseo de venganza implacable. El joven abogado, que hasta entonces buscaba poder, ahora quiere destruir a los De la Reina por la traición a su familia.

La semana se cierra con el colapso definitivo de don Pedro, víctima de un ataque que lo deja al borde de la muerte, mientras las alianzas, los secretos y las traiciones se entrelazan en un nudo imposible de deshacer.

La pregunta es inevitable: ¿qué pasará ahora que Pedro ha caído, que Digna ha confesado, y que Gabriel, armado con el dolor de su pasado, está dispuesto a todo?