Dreams of Freedom: DIGNA DESPERATE! Preview Chapter 390

✦ Avance del capítulo 389 de Sueños de Libertad

El martes 9 de septiembre se convierte en un día marcado por las despedidas, las confesiones y las decisiones que cambiarán el destino de cada personaje. La jornada arranca con un momento cargado de melancolía: Ángela se prepara para visitar a Damián por última vez. Su tiempo en Toledo llega a su fin, y lo hace con un nudo en la garganta, pues sabe que parte de ella se queda atrapada en esa tierra de recuerdos, luchas y heridas abiertas. La impotencia de ver que la brecha entre Damián y Tacio permanece intacta la acompaña como una sombra dolorosa.

Cuando finalmente se encuentra frente a Damián, la tensión se disipa apenas un instante. El hombre, arrepentido por su comportamiento en aquella cena que en lugar de unirlos los alejó aún más, reúne fuerzas para reconocer sus errores. Con voz quebrada, pide perdón y, en un gesto inesperado, rompe el silencio con una propuesta sorprendente, algo difícil de rechazar. Un intento de redención que llega tarde, pero que puede abrir un nuevo camino entre ellos.

En paralelo, Irene atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Descubre que Joaquín ya conoce toda la verdad y, con el corazón desgarrado, se enfrenta a él. Entre lágrimas, le confiesa que también ella fue víctima de las mentiras y manipulaciones de su hermano. Su voz tiembla buscando comprensión, pero sus palabras chocan contra el muro de dolor que rodea a Joaquín. Él, herido y firme, le responde con frialdad, dejando claro que la traición ha cavado un abismo imposible de cerrar. Lo que alguna vez los unió se disuelve en el silencio y el resentimiento, confirmando que hay vínculos que, una vez rotos, jamás vuelven a ser los mismos.

María le confiesa toda la verdad a Gema: “Andrés y yo no nos acostamos”

Marta, en otro rincón del tablero, despliega su estrategia en las sombras. A espaldas de Pelayo, contacta con Miguel Ángel Vaca, el gobernador civil de Toledo. Confía en su astucia y encanto para reconquistar el favor de su marido, pero pronto descubre que no todos los hombres son influenciables. Vaca, distante y firme, rechaza cualquier vínculo con las perfumerías de la reina. Ni sus sonrisas calculadas ni su habilidad para moverse en el poder logran alterar su decisión. Por primera vez en mucho tiempo, Marta siente que las piezas no se mueven a su favor y que el tablero comienza a inclinarse en su contra.

Mientras tanto, Tacio atraviesa un torbellino emocional. Su madre sigue bajo la influencia de Damián, y lo percibe en su mirada esquiva, en esa forma de restar valor al apoyo de Pedro como si temiera reconocer que otro hombre pudiera tenderles la mano. Ángela, en un acto de amor y advertencia, le pide con voz firme que se acerque a su padre. Le recuerda que si algún día Pedro Carpena los traiciona, lo único que quedará será la familia. Pero Tacio calla. Lo que le duele no es la advertencia, sino la certeza de que incluso la familia ha dejado de ser un refugio seguro.

En medio de ese dolor, Digna se refugia en Julia, buscando en ella un último vestigio de cordura. Pero es después de hablar con Damián cuando algo que había estado dormido durante años comienza a agitarse en su interior. No es amor del todo, pero tampoco olvido. Es una mezcla cruel de memoria y deseo que regresa sin permiso, trayendo fragmentos de lo que fue o pudo haber sido. Julia, en un gesto inusual, baja las armas y muestra una actitud menos beligerante, casi cómplice. Sin embargo, Digna calla el verdadero motivo de su súbita templanza hacia Damián. No lo hace por estrategia, sino por miedo: admitirlo en voz alta sería reconocer que él todavía ocupa un lugar en su historia.

Luis, por su parte, intenta aparentar que nada ha cambiado tras lo ocurrido con Cristina. Se convence a sí mismo de que el tiempo borrará las sombras. Pero Cristina no puede seguirle el juego. Cada gesto cotidiano, cada palabra dicha con naturalidad, pesa sobre ella como un recordatorio de lo ocurrido. Aunque lo intente, el dolor persiste, colándose de forma insidiosa en las grietas de la vida diaria. Y cuando Luz entra al laboratorio, la tensión se vuelve insoportable. No hay discusiones abiertas, pero el silencio es tan denso como un perfume que impregna las paredes. Luz lo percibe todo y, aunque no dice nada, sabe que algunas heridas no se cierran con palabras bonitas y que ciertas relaciones, una vez fracturadas, no vuelven a ser lo que fueron.

Por otro lado, María se entera a través de Manuela de la relación entre Raúl y Claudia. Aunque asegura no sentir nada por su antiguo chófer, la noticia no deja de removerle sentimientos contradictorios. Al mismo tiempo, Damián se preocupa por la salud de Pedro. Su deterioro es evidente, y le pide que se aparte de la dirección de la fábrica para ceder el mando a alguien en condiciones de afrontar la crisis. Pero Pedro interpreta esas palabras como un ataque y, en lugar de aceptar la sugerencia, se atrinchera en su orgullo buscando cómo protegerse.

María encuentra consuelo en una conversación con Gema sobre la maternidad. Reflexionan juntas sobre lo que significa ser madre más allá de la biología. Inspirada, María decide iniciar los trámites de adopción con la ayuda de don Agustín, consciente de que está dando un paso enorme hacia un futuro distinto.

Mientras tanto, Raúl se sincera con Claudia. Le abre su corazón sobre su dura infancia, compartiendo heridas que lo marcaron. En medio de ese dolor compartido, le recuerda que ahora ella es lo más importante en su vida, fortaleciendo así el vínculo que los une.

Julia, sin embargo, se ve sacudida por rumores en la escuela sobre la fábrica. Su inquietud crece, y aunque Begoña intenta explicarle la situación, Gabriel interviene con astucia, transformando el momento en una oportunidad para ganarse aún más la confianza tanto de la niña como de su madre.

La distancia entre Luz y Luis se hace cada vez más insostenible. Finalmente, él decide confesar lo ocurrido con Cristina, incapaz de seguir ocultando la verdad. La revelación amenaza con romper lo poco que queda de su relación, marcando un antes y un después en su historia.

Avance del próximo capítulo de Sueños de libertad: una llamada cambiará la  vida de Gema para siempre

María, por su parte, intenta tender puentes con Begoña, consciente de lo enamorada que está de Gabriel. Reconoce que la relación de su cuñada podría tener un impacto directo en la suya propia, cambiando la dinámica familiar de manera inesperada.

En el terreno más oscuro, Pedro regresa a casa tras un encuentro tenso con Damián en la fábrica. Cegado por los celos y convencido de que entre Digna y su cuñado ha habido un acercamiento, estalla en una discusión violenta con su esposa. La tensión escala hasta desembocar en consecuencias terribles, mostrando hasta dónde puede llegar la obsesión de Pedro por el control.

El episodio cierra con un regreso al inicio: Ángela frente a Damián. La despedida pesa como una losa. Ella sabe que se va con una herida abierta, con un adiós incompleto que duele más que la partida misma. Damián, con el corazón encogido, se atreve a pedir perdón y, como último gesto, lanza una propuesta inesperada. Una carta final sobre la mesa cuando parecía que todo ya estaba dicho.

Un capítulo cargado de emociones, traiciones y decisiones que marcarán el rumbo de todos los personajes. Un recordatorio de que en Sueños de Libertad no existen caminos sencillos, y que cada elección tiene un precio.