Avance semanal de ‘La Promesa’: Grandes revelaciones, rupturas, traiciones y otra fuerte crisis en la familia del 8 al 12 de septiembre

La calma del valle de Los Pedroches en septiembre no logra esconder lo que está a punto de estallar en el palacio de los Luján. Los capítulos que se emitirán entre el 8 y el 12 de septiembre estarán marcados por secretos largamente ocultos, decisiones que rompen alianzas y amores puestos a prueba hasta el límite. Lo que parecía un tiempo de transición se convierte en un auténtico vendaval que sacudirá hasta los cimientos de La Promesa.

El lunes 8 de septiembre comienza con una sacudida: Manuel rompe con Leocadia y anuncia que renuncia a la empresa familiar para crear su propia compañía aeronáutica. Este giro no solo destruye la ambición calculada de Leocadia, sino que la deja vulnerable y llena de odio. Al mismo tiempo, Curro pierde la paciencia con el Capitán Lorenzo, a quien acusa de estar detrás de la desaparición de Ángela, aunque carece de pruebas. En el servicio, Lope y Vera intentan una reconciliación marcada por secretos familiares, Ricardo sufre humillaciones tras ser degradado, y Candela se derrumba confesando a Toño una traición contra su madre Simona que marcó su vida. La noche termina con Catalina desafiando al barón de Valladares en un acto público de rebelión y con Leocadia cediendo a un chantaje terrible: entregar a su hija a Lorenzo para salvarse.

El martes 9 de septiembre el precio de las afrentas se hace sentir. La venganza del barón llega de manera fría y calculada: maniobras legales y financieras que amenazan con la ruina de los Luján. Leocadia, desesperada, exige pruebas de vida de su hija Ángela, mientras Curro decide acudir a la Guardia Civil, arriesgando su propia seguridad al denunciar al capitán Lorenzo. En paralelo, Simona y Toño logran cerrar viejas heridas familiares, pero Ricardo continúa siendo víctima de las vejaciones de Santos. María Fernández, por su parte, enfrenta la vergüenza de su descontrol en la verbena, mientras Petra y Cristóbal aumentan sus tensiones con acusaciones cruzadas.

El miércoles 10 de septiembre trae un inesperado regreso: Ángela reaparece, debilitada y traumatizada, provocando alivio y rabia a partes iguales. Curro la recibe con lágrimas, mientras Leocadia se enfrenta a Lorenzo por el daño sufrido. Catalina, convertida en símbolo de resistencia, enfrenta la furia directa del barón, que irrumpe en La Promesa prometiendo destruir a toda la familia. Entre tanto, los conflictos en el servicio se intensifican: Ricardo desafía abiertamente a Cristóbal, Petra exige represalias por su accidente, y Pía encuentra en el regreso de su hijo un nuevo motivo de conflicto. En contraste, Manuel inicia su gran sueño aeronáutico, pero Alonso lo enfrenta con un ultimátum devastador: o renuncia a sus planes y cumple con su deber familiar, o deja de ser considerado su hijo.

El jueves 11 de septiembre los puentes comienzan a romperse de manera definitiva. Alonso insiste en que Manuel recapacite y salve la alianza con Leocadia, pero el joven se mantiene firme en su decisión. Catalina es señalada en la prensa como “la marquesita anarquista”, lo que convierte su desafío en un escándalo público con consecuencias imprevisibles. En el servicio, María Fernández sigue siendo el blanco de las burlas de Santos, mientras Vera y Lope llegan a un punto de quiebre que amenaza su relación. La tensión se dispara cuando Pía decide traer a su hijo de vuelta a La Promesa en secreto, lo que provoca la furia de Cristóbal, quien la amenaza con quitarle al niño para siempre.

El viernes 12 de septiembre la familia Luján afronta las repercusiones de todos los actos de la semana. Catalina es cuestionada por haber puesto en riesgo el honor y la estabilidad de todos con su afrenta contra el barón. Alonso y Leocadia la reprenden duramente, conscientes de que la guerra declarada puede arrastrarlos a la ruina. Martina es obligada a aceptar un cargo benéfico como intento desesperado de limpiar la imagen familiar. Pero en medio del caos, Curro y Ángela encuentran un respiro de ternura, disfrutando de un instante de intimidad que contrasta con el clima de traiciones, secretos y amenazas que domina el palacio.

En resumen, la semana en La Promesa se convierte en un auténtico campo de batalla: unos luchan por sus sueños, otros por el amor, y muchos por la supervivencia. Pero nadie saldrá indemne de los giros que traerán estos capítulos.