Buenas, promisers, clippers, ¿cómo estáis?

La semana que llega a La Promesa será un auténtico torbellino narrativo que mantendrá a todos los espectadores pegados a la pantalla. Después de más de ciento sesenta capítulos girando en torno a la misteriosa muerte de Hann, por fin se desvela la verdad en el episodio 670, que se emite este lunes. Sí, al fin descubriremos cómo ocurrió su asesinato, quién apretó el gatillo y qué secretos permanecían ocultos desde aquella fatídica noche. Una resolución que, aunque ilumina a los seguidores de la serie, no traerá justicia dentro de la propia trama, ya que solo Lorenzo tendrá pleno conocimiento de lo sucedido y, fiel a su naturaleza calculadora, no moverá un dedo para liberar a Cruz de la cárcel. Es decir, nosotros como público tendremos las respuestas, pero los personajes continuarán atrapados en la red de silencios y mentiras.

En paralelo, Manuel toma una decisión que sacude los cimientos de la familia: renuncia a su cargo y plantea crear su propia empresa junto a Enora y Toño. Esta drástica determinación sorprende a Leocadia y genera fricciones con Alonso, que intenta retener a su hijo dentro de los compromisos pactados. Pero Manuel se muestra más firme que nunca en forjar su destino con independencia, aunque la presión paterna no desaparecerá.

Mientras tanto, Curro se hunde en la desesperación al no lograr dar con Ángela. La joven sigue desaparecida y cada hora incrementa su angustia. La desconfianza hacia el capitán Lorenzo de la Mata crece peligrosamente, hasta el punto de que Curro se plantea denunciarlo formalmente para iniciar una investigación. La tensión se palpa en cada escena, ya que Leocadia, incapaz de soportar la incertidumbre, llega incluso a aceptar el chantaje de Lorenzo: le permitirá casarse con Ángela si cumple sus oscuros designios. Y como si esto no fuera suficiente, la acusación directa del capitán sobre la muerte de Hann provoca en Leocadia una oleada de recuerdos de aquella noche, obligándola a revivir el momento en que Hann cayó abatida.

En la zona de servicio, las cosas tampoco están tranquilas. Vera y López experimentan un acercamiento y se reconcilian, pero sus ilusiones sobre formar una familia los dividen y generan dudas en el joven, que ve cómo sus compañeros también se muestran inquietos por la situación. Candela, por su parte, abre su corazón a Toño y le revela secretos de su pasado que podrían convertirse en un puente de sanación con Simona. Este gesto sincero no tarda en tener efecto: Toño y Simona logran una reconciliación definitiva, lo que llena de alegría a Enora, que celebra la unión de sus seres queridos.

En cambio, Pía y Ricardo deben aceptar con resignación la dura resolución de Cristóbal Ballesteros, que les niega cualquier posibilidad de libertad. Santos, con su crueldad habitual y con el respaldo del mayordomo, aprovecha la ocasión para humillar públicamente a su padre, disfrutando del sufrimiento ajeno. La situación se agrava aún más cuando Petra, tras un accidente en los jardines, exige represalias y recrudece su tensa relación con Cristóbal, llegando incluso a provocar que este reprenda con dureza a Pía por haber llevado a Dieguito al palacio.

En otro frente, María Fernández se muestra incapaz de sobrellevar su amor por Samuel. Tras una noche de excesos, regresa al palacio en condiciones lamentables, víctima de la resaca y del descontrol. Teresa y Samuel no tienen más remedio que reprenderla, mientras Santos aprovecha la ocasión para burlarse cruelmente de ella. Sin embargo, Samuel muestra una faceta más tierna al cuidarla y velar por ella en medio de su estado, lo que fortalece poco a poco el vínculo entre ambos.

En la parte noble, Catalina se erige como protagonista de uno de los momentos más impactantes de la semana. Con el apoyo de sus trabajadores, humilla sin piedad al varón de Valladares en público, un acto que desata una furia descomunal en el noble. Adriano, consciente de la magnitud del error, teme con razón que las represalias sean devastadoras. Sus miedos se confirman cuando el varón, enfurecido, irrumpe en el palacio con amenazas directas contra los Luján. Como si fuera poco, un periódico se hace eco de los hechos y señala a Catalina como instigadora de las revueltas contra el marqués de Aguinaga, lo que desencadena una fuerte reprimenda tanto de Alonso como de Leocadia, convencidos de que la joven ha traspasado un límite muy peligroso.

El miércoles llegará cargado de más sobresaltos. La revuelta popular contra los nobles comienza a agitar los cimientos de La Promesa. Adriano teme que lo peor esté por venir, mientras Catalina resta importancia a los riesgos. En medio del caos, la atención se concentra nuevamente en Ángela, que reaparece tras días de secuestro en un estado deplorable, desorientada y debilitada. El reencuentro con su madre, Leocadia, es profundamente agridulce, ya que la mujer descarga toda su ira contra Lorenzo, a quien señala como el responsable del falso secuestro.

Mientras tanto, Manuel, Toño y Enora avanzan con ilusión en su nuevo proyecto empresarial, tratando de dejar atrás el pasado. Pero Alonso no piensa ceder tan fácilmente y le lanza a su hijo un ultimátum contundente: deberá retractarse y honrar su compromiso con Leocadia si no quiere perderlo todo.

La semana continúa con giros inesperados. Santos insiste en hostigar a María Fernández para sonsacarle detalles de su escandalosa noche, mientras López intenta acercarse de nuevo a Vera. Pero ella, cansada de sentirse vigilada y juzgada por su pasado, lo rechaza tajantemente, lo que marca un punto de quiebre en su relación. Por otro lado, la presión sobre Pía aumenta cuando Cristóbal la reprende con dureza por llevar a su hijo al palacio, lo que alimenta la constante sensación de acoso y derribo que padecen ella y Ricardo.

Hacia el final de la semana, Catalina confiesa abiertamente su venganza contra el varón de Valladares, lo que provoca una tormenta dentro de la familia Luján. Alonso teme que las acciones de su hija hayan ido demasiado lejos, mientras Leocadia no duda en enfrentarse a ella con dureza. Martina, por su parte, se ve obligada a aceptar su incorporación al patronato de La Milagrosa, con el fin de reparar la imagen pública del marquesado, cada vez más deteriorada.

En el ámbito de los sentimientos, habrá momentos agridulces. Curro y Ángela, tras su reencuentro, viven instantes llenos de ternura, pero ambos saben que carecen de pruebas firmes contra Lorenzo. Pía y Ricardo, pese al hostigamiento constante de Cristóbal, siguen soñando con un futuro juntos. María Fernández, más calmada, termina agradeciendo a Samuel sus cuidados, lo que consolida poco a poco su vínculo. Y Toño, embriagado por su amor hacia Enora, planea proponerle matrimonio. No obstante, ella le pide tiempo para reflexionar antes de dar un paso tan grande.

El gran giro romántico llega con Vera, que finalmente rompe con Lope. Harta de cargar con el peso de un pasado del que siempre se siente juzgada, toma la difícil decisión de cortar de raíz la relación. La noticia resuena en todo el servicio, dejando claro que su historia con Lope ha llegado a su final definitivo.

En conclusión, los capítulos de esta semana de La Promesa no solo darán respuesta al enigma más importante de la serie —la muerte de Hann—, sino que también abrirán nuevas heridas, conflictos y alianzas. La serie se adentra en una etapa de cambios decisivos, donde cada personaje deberá enfrentar sus propios fantasmas y redefinir su lugar en el futuro.